El papel del que Javier Bardem está más orgulloso es en una serie que probablemente nunca se estrenará: “Me quedé hundido”

Javier Bardem dejó a medio mundo atónito después de compartir las imágenes que su mujer, y también actriz, Penélope Cruz le tomó para el último número de la revista británica Gentleman’s Journal. En blanco y negro, en la ducha y en la cotidianidad del día a día, el intérprete ha hablado de su carrera, del éxito de Monstruos: La historia de Lyle y Erik Menéndez o de los elementos que abalan su vida privada y familiar.

“Soy menos tímido cuando trabajo en inglés que en español. Porque, en tu propio idioma, las palabras tienen mucho peso”, cuenta el actor al periodista. También se moja al opinar de la controversia y los nuevos debates que ha abierto la ficción de Ryan Murphy para Netflix, sobre todo en lo relativo a los abusos y violaciones que sufrieron los hermanos Menéndez. En la ficción, Bardem se mete en la piel del padre, perpetuador de la violencia en el techo familiar.

“Tengo mi propia opinión de lo que pasó y lo que no pasó. Está basada en mi investigación. Pero es mi opinión y, como actor, es lo único que puedo añadir para el público, para la gente que está interesada en ver lo que hago. Puedo ayudarles a sentir y experimentar quién era esa persona, para que tengamos una mejor idea de que, más allá de las horribles acciones, hay un ser humano con el que compartimos montones de cosas. Y podríamos ser nosotros, a menos que pongamos nuestra atención en lo que tenemos que ponerla”, ha respondido sobre la polémica.

Lo que sí que ha querido desvelar el actor es un rol que se le ha clavado como una espina. El papel del que quizá esté más orgulloso es uno que probablemente nunca veremos. Durante 11 años, Bardem trabajó con Steven Spielberg para llevar a la pantalla la historia del conquistador español del siglo XVI Hernán Cortés. El proyecto, que iba a ser una miniserie de cuatro episodios para Amazon (en español y en las históricas lenguas aztecas náhuatl), se rodó durante sólo dos semanas a principios de 2020. Entonces, sobrevino la pandemia y, tras varios meses de incertidumbre, se canceló.

“Estaba hundido”, dice. “Todo ese trabajo, de tantos años y tanta calidad, tanto significado... se esfumó. Oí que podría haber una posibilidad de recuperarlo y rescatar el proyecto, pero le dije a Steven: ‘¡Mejor nos damos prisa, si no lo haré como el abuelo de Cortés!’”, ha contado a Gentleman’s Journal.

Dado que las imágenes que ilustran la entrevista están tomadas por su pareja, Penélope Cruz, en su hogar de Madrid, Bardem no ha dudado en abordar su mediática y exitosa relación con la actriz que conoció en Jamón, jamón. “Ella tenía 17 años y yo 22″, recuerda el actor sobre el momento en el que se conocieron. “Jamón, jamón fue su primera película y una de mis primeras películas. Una gran película. Nos conocimos en la prueba de vestuario, nos miramos y supongo que pasó algo. Algo que no tiene explicación y que va más allá de la lógica y el razonamiento. Pero, en aquel entonces, teníamos vidas diferentes... Sin embargo, algo había ahí: una energía, una química, una manera de confiar el uno en el otro. Y eso perduró durante mucho tiempo, a pesar de que no nos vimos ni hablamos durante muchos años”, ha confesado.

El mundo del cine los volvió a cruzar quince años después. “Nos dimos cuenta de que el sentimiento seguía vivo. Muy vivo”, admite Bardem. “¡Para nuestra sorpresa! Y resultó que los dos estábamos solteros en ese momento, así que, naturalmente, ocurrió lo que tenía que pasar: dos personas volvieron a conectar porque compartían un montón de cosas, mucho más de lo que imaginaban”, recuerda.