Una mañana con Hugáceo Crujiente en el Museo Thyssen: “El ‘drag’ va mucho más allá de la tarima, podemos salir de la discoteca”

De la mano de la pinacoteca madrileña, el artista que apareció en ‘Drag Race España’ muestra, a través de una visita guiada por sus salas, los cuadros que inspiran su estética: de Rubens a Picasso, pasando por Giambattista Tiepolo

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El artista Hugáceo Crujiente, en su entrevista con 'Infobae España' (Cynthia Serna Box)
El artista Hugáceo Crujiente, en su entrevista con 'Infobae España' (Cynthia Serna Box)

Agotó todas las entradas en menos de diez minutos. “El límite de edad ha despertado bastante debate”, cuenta. “También el hecho de que una drag sin el título de Historia del Arte se ponga a hacer una visita guiada”, añade. Hugáceo Crujiente, alter ego de Hugo Díaz, se dio a conocer en la primera temporada de Drag Race España, la versión ibérica del concurso creado por RuPaul Charles que elevó a las drag queens al terreno de lo mainstream. Tiempo después de haber demostrado ser uno de los artistas más interesantes dentro y fuera del programa televisivo, Díaz ha querido trasladar su arte e idiosincrasia al terreno artístico.

Junto a LabThyssen, Hugáceo Crujiente ha elaborado una visita guiada por los cuadros de la colección permanente del Museo Thyssen-Bornemisza que explican los porqués de su persona drag: su estilo, su ethos y su vitalidad cromática. El pasado sábado 19 de octubre efectuó la primera de las tres visitas cerradas junto a la pinacoteca -las dos próximas serán los días 16 y 30 de noviembre-. Debido a la elevada demanda, el museo está valorando añadir más fechas. Las visitas están limitadas a menores de 35 años (una normativa del programa juvenil del enclave cultural). El artista no binario no se esconde a la hora de abordar las críticas que ha recibido por ‘colarse’ entre los muros pictóricos del espacio ubicado en el Paseo del Prado.

La 'visita Crujiente' del artista 'drag' en el Museo Thyssen-Bornemisza, en Madrid (Cynthia Serna Box)
La 'visita Crujiente' del artista 'drag' en el Museo Thyssen-Bornemisza, en Madrid (Cynthia Serna Box)

“Para una visita guiada clásica hay otros profesionales y también las audioguías que ofrece el museo”, relata a Infobae España minutos antes de comenzar la presentación. “Lo que yo he preparado son historias relacionadas con los cuadros para entender por qué yo hago lo que hago”, añade a este medio. A través de obras de Peter Paul Rubens, Pablo Picasso o Giambattista Tiepolo, Hugáceo Crujiente profundiza en las imágenes que se han colado en su universo creativo, permitiéndole crear el ‘concepto drag diferente’ que le nutre. “Empecé dibujando y leyendo libros de mitología”, un primer paso que le permitió descubrir las vestimentas oníricas que cubrían a los dioses bajo el óleo. Más tarde ahondó en el “mundo del arlequín y de la estética bufonesca”, para después concluir en la idea de que su drag “es un baile de máscaras”.

“Las drags venimos a romper muros, y si tengo que romper el del aburrimiento en un museo, pues lo hago”
El artista multidisciplinar Hugáceo Crujiente, en su entrevista con 'Infobae España', en el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid (Cynthia Serna Box)
El artista multidisciplinar Hugáceo Crujiente, en su entrevista con 'Infobae España', en el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid (Cynthia Serna Box)

Pese a la controversia que se ha generado por su acercamiento a un mundo de corte académico y clásico, el artista considera “interesante” que el arte pueda consumirse a través de diversos perfiles para “quebrar la seriedad” que caracteriza a este tipo de espacios: “Las drags venimos a romper muros, y si tengo que romper el del aburrimiento en un museo, pues lo hago”, dice entre risas. Además de quebrar conceptos preconcebidos dentro del mundo pictórico, Hugáceo Crujiente busca “que la gente entienda que el drag va mucho más allá, que podemos salir de la tarima y la discoteca”.

El alter ego de Díaz no se nutre en exceso de los movimientos artísticos contemporáneos. “Soy muy barroco, me encanta el rococó y sus dorados”, cuenta, a la vez que gesticula con sus manos para engrandecer el enunciado. El recorrido comienza con El rapto de Europa, cuadro de Simon Vouet. Hugáceo Crujiente quedó fascinado por la tez blanca de la protagonista del lienzo, una estética que acompasa su look de la jornada. Entre el mar y la mitología, el artista compone sus primeros pasos en una visita que comienza a sumar adeptos -ajenos a la actividad- conforme avanza la mañana.

Hugáceo Crujiente en el Museo Thyssen-Bornemisza (Cynthia Serna Box)
Hugáceo Crujiente en el Museo Thyssen-Bornemisza (Cynthia Serna Box)

Más tarde aparecerá Retrato de una joven dama con rosario, de Rubens -un lienzo que le inspiró a llevar gorgueras-, La muerte de Jacinto, de Tiepolo -una obra con la que descubrió la primera historia de “un hombre cortejando a otro”-, o Arlequín con espejo, de Picasso, un pintor que le genera cierto desasosiego. “Cuando voy a hablar de uno de sus cuadros no debería separar la obra de su artista, pero hay veces que, por interés personal, hay que hacerlo”. El Período Azul y Rosa del creador español, que bebe de la narrativa circense, es un pozo de inspiración para Hugáceo. “A veces dices, ‘está creando cosas chulísimas, pero luego es una persona de mierda’”, apostilla. “Vamos a quedarnos con el producto, porque tampoco es que vaya a ser su amigo”, añade cómico.

“Cuando voy a hablar de uno de los cuadros de Picasso no debería separar la obra de su artista, pero hay veces que, por interés personal, hay que hacerlo”

La visita del artista es un hilo narrativo que, no sólo busca historias LGTBIQA+ en los cuadros, también explica el abecé de su estética: su pasión por los rombos asociados al bufón, los tacones que “puso de moda” Luis XIV o los géneros pictóricos con sus excesos y pasiones cromáticas, como el ya mencionado rococó, que apelan a una técnica drag primigenia. El tour tiene un marcado carácter acrobático, ahondando en la predilección de Díaz hacia el movimiento de los Club Kids: las personalidades excéntricas y artísticas que narraron la vida nocturna de la ciudad de Nueva York entre finales de los años 80 e inicios de los 90.

Hugáceo Crujiente durante su visita guiada en el Museo Thyssen-Bornemisza, en Madrid (Cynthia Serna Box)
Hugáceo Crujiente durante su visita guiada en el Museo Thyssen-Bornemisza, en Madrid (Cynthia Serna Box)

Aunque no forma parte de la colección del Thyssen, otro de los grandes nombres que inspira sus confecciones es Alfons Mucha, el artista que marcó la estética del Art Nouveau con sus sugerentes figuras. “Quería convertirme en esas ilustraciones que estaban llenas de detalles y elegancia al mismo tiempo”, relata. Más allá del arte, Thierry Mugler y John Galliano marcan sus pasos con la aguja y el dedal. Los corsés del primero y las ensoñaciones del segundo dan forma a su Biblia de tejidos.

Hugáceo cree que, a raíz de Drag Race España y de los contenidos sucedáneos que han acercado la práctica artística al público común, mucha gente ha cambiado su idea sobre qué es o no una drag queen. “Se quedaban esa primera página de que sea una ilusión de feminidad”, cuenta. Ahora, en cambio, “se están haciendo drags que tienen una estética mucho más clásica y artística”. Aparecer en el programa de Atresplayer le “cambió”: “Yo creía en mi producto, pero tampoco era consciente” del abrazo colectivo que iba a recibir mientras los capítulos se ponían en abierto. “Mi perfil inspiró a otras personas a crear algo conmigo, fue una conexión muy chula que ha alimentado mi drag y mi vida”, concluye.

“Mucha gente se quedaba esa primera página del ‘drag’ siendo una ilusión de feminidad”
Hugáceo Crujiente, en su entrevista con 'Infobae España' en el Museo Thyssen-Bornemisza, en Madrid (Cynthia Serna Box)
Hugáceo Crujiente, en su entrevista con 'Infobae España' en el Museo Thyssen-Bornemisza, en Madrid (Cynthia Serna Box)
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