Una mirada madura a las relaciones basada en una historia real. Erin Foster, creadora y directora de Nadie quiere esto, sabía que la naturalidad de su propia cronología romántica podría apelar a una demográfica amplia y diversa. La comedia romántica de Netflix ha revolucionado su catálogo, convirtiéndose en uno de los pocos productos originales del estante del amor capaces de narrar un relato de forma sustancial. El furor que ha generado la ha llevado directa a la confirmación de una segunda temporada, eso sí, con nuevos showrunners.
Jenni Konner y Bruce Eric Kaplan, graduados en Girls, se incorporan a la serie (también como productores ejecutivos). Antes de que se anunciase que la comedia continuará en la plataforma, ambos llevaban ya varias semanas escribiendo el guion de la segunda temporada, que ya ha cogido velocidad de crucero. De diez capítulos de media hora, Nadie quiere esto habla de opuestos, de fricciones, de esas relaciones que rezuman química, pero con las que todo el mundo quiere acabar (por intereses propios, ideas preconcebidas o clichés arraigados).
Adam Brody (el crush de la audiencia millennial que vivió su vida a golpe de capítulos de The O.C. o Girlmore Girls) y Kristen Bell (The Good Place, Veronica Mars) protagonizan un romance perfecto, y auténtico, entre un rabino poco convencional y una podcaster que exprime su sensualidad y poderío a través del micrófono. Él, Noah, se encarga de aconsejar a los judíos que se acercan, cada semana, al templo y lleva una vida sin demasiados sobresaltos. La sencillez lo define. Ella, Joanne, tiene un pódcast de sexo y relaciones junto a su hermana, además de ser agnóstica en la fe y en el amor (tras infinidad de citas fallidas a través de todas las aplicaciones existentes).
Noah acaba de dejar a su novia y conoce a Joanne en una fiesta organizada por una amiga en común. Desde esa noche, y a pesar de sus diferencias, ambos saben que algo ha brotado entre ellos. Llámalo química, o la naturalidad de saber que te gustaría seguir conociendo a una persona que ha llamado tu atención. Su relación llevará a varios miembros de sus respectivas familias al borde del colapso. El árbol genealógico de él, tradicional y religioso, verá en ella una millennial desquiciada (y cínica) que habla de sexo sin tapujos, una imagen alejada de su canon femenino. El de ella, con un divorcio complejo de por medio, vera en él un hombre de valores clásicos y arraigados, una persona antagónica.
Basada en una historia real
Noah y Joanne son, en realidad, Erin Foster y su marido, el productor musical Simon Tikhman, tal y como ha contado Buzzfeed y la propia directora en diversas entrevistas a medios estadounidenses. Foster y Tikhman se conocieron en un gimnasio de Los Ángeles en el año 2018. En una entrevista con LA Times, Erin dijo que durante su primera conversación “hablando de zumos en el gimnasio”, Simon mencionó que la persona con la que se casase “tiene que ser judía”.
Muchas de sus anécdotas como pareja se plasman en los diez episodios de Nadie quiere esto, por ejemplo en el capítulo The Ick, cuando Noah conoce a los padres de Joanne y le regala un ramo de margaritas a su madre, Erin contó que dicha escena nace de una situación real que vivió cuando ella y Tikhman se estaban conociendo. Cuando la creadora compartió el relato con el resto de guionistas, “los hombres estaban desconcertados, pero las mujeres lo entendieron inmediatamente”. Y añadió: “Eso me hizo sentir que era una buena historia que contar”.
Otra de las escenas que bebe de su relación de pareja es cuando, en el ya mencionado episodio, Noah no deja que Joanne se cierre en banda y que el incidente de los girasoles estropee su relación. Erin dijo a Vulture: “Simon dijo: ‘Supéralo. Se supone que me tiene que importar lo que piensen tus padres porque quiero casarme contigo’. Estaba tan enamorada de él en ese momento”, cuenta. Mientras que Nadie quiere esto muestra que a la familia de Noah no le gusta Joanne porque no es judía, Erin ha querido aclarar que la familia de Simon no era así. Sin embargo, éstos si eran “escépticos” al principio.
Adam Brody "I Can Handle You" scene because you deserve it. pic.twitter.com/jwAvphXD7G
— Netflix (@netflix) October 5, 2024