“Funciona para pensar en la utopía y la transformación”: cómo el Tarot pasó de juego renacentista a símbolo contracultural venerado por la Gen Z

La Casa Encendida presenta una exposición que recorre seis décadas de arte contemporáneo dedicadas a la reinterpretación de un imaginario visual asociado al esoterismo, pero concebido como elemento clave del cambio

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Una imagen de la exposición
Una imagen de la exposición 'La torre invertida. El tarot como forma y símbolo', en La Casa Encendida de Madrid

Lo primero que ven los visitantes es un fragmento de Cléo de 5 à 7, la cinta de Agnes Vardà que emula, en sus créditos iniciales, una tirada de cartas. La Torre, El Diablo, La Emperatriz, La Estrella o La Sacerdotisa. Arcanos mayores y menores, e infinidad de interpretaciones que buscan una respuesta azarosa a realidades tangibles. El tarot ha pasado por las mismas vidas que un gato, aunque el término más apropiado para abordar su cronología es hablar de renacimientos o reinterpretaciones. Comenzó siendo un juego de cartas que se regalaba a las mujeres que contraían matrimonio en la Italia del Renacimiento, para después asociarse al esoterismo, a los movimientos contraculturales o al arte contemporáneo.

La Casa Encendida presenta La torre invertida. El tarot como forma y símbolo, una exposición que ocupará el principal espacio del centro cultural madrileño hasta el próximo 5 de enero de 2025. La muestra pretende profundizar en el abecé de un elemento, un símbolo, que ha servido para nutrir e inspirar a infinidad de artistas, entre ellos, la ya mencionada Vardà o el mismísimo Andy Warhol, que no dudó en abrir su baraja en algunas de las muchas fiestas que organizaba en The Factory y a las que invitaba a las figuras más notorias del panorama cultural neoyorquino.

Pilar Soler Montes, comisaria de la exposición, ha estado dos años conformado el mapa de la muestra, que cuenta con obras de 12 artistas que convierten dicho medio pictórico en una vía de expresión y desahogo. ”Estamos en un momento muy complicado a nivel político, ecológico y social”, cuenta a Infobae España. “Cuando esos momentos aparecen en la historia, resurgen otras maneras de intentar pensar un futuro mejor”, apostilla. Para la artífice de La torre invertida, el tarot funciona “como recurso para para pensar en la utopía, en una transformación”, una situación que se está dando en una actualidad marcada por la incertidumbre y el desencanto.

“Estamos en un momento muy complicado a nivel político, ecológico y social. Cuando esos momentos aparecen, resurgen otras maneras de pensar en un futuro mejor” | Pilar Soler Montes, comisaria de La torre invertida. El tarot como forma y símbolo
Una imagen de la exposición
Una imagen de la exposición 'La torre invertida. El tarot como forma y símbolo' en La Casa Encendida de Madrid

La exposición va más allá de la simple expresión ecléctica de las cartas que conforman el tarot. Cada artista analiza la idiosincrasia de la baraja desde un aspecto personal. Por ejemplo, Suzanne Treister (Londres, 1958) lo hace desde la expresión política, convirtiendo a los arcanos mayores y menores en pancartas de una manifestación propia. Su obra, llamada Hexen 2.0, que se puede ver íntegramente en España por primera vez, acaba de ser adquirida por la Tate Modern de Londres, pasando a formar parte de su colección una vez finalice la muestra de Soler Montes en España.

Otro ejemplo es el Black Power Tarot, obra de Arish Ahmad Khan (Montreal, 1977) ilustrada por Michael A. Eaton que convierte el objeto en una expresión de lucha contra el racismo. Las 22 cartas del tarot son, aquí, una excusa para ensalzar a diversas figuras afroamericanas asociadas a la política o la cultura, como por ejemplo Tina Turner. La muestra también ha conseguido proyectar The Velvet Underground Tarot Cards, una película de 1966 rodada por Warhol en su estudio que cuenta con la participación de todos los miembros de la banda para quien diseñó la portada de su álbum más icónico.

Una imagen de la exposición
Una imagen de la exposición 'La torre invertida. El tarot como forma y símbolo' en La Casa Encendida de Madrid

Soler Montes explica que el tarot “siempre había estado asociado a los artistas”, un nexo que se rompe a finales del siglo XVIII, época en la que la baraja comienza a formar parte del imaginario esotérico, “pasando de juego a herramienta de pensamiento”. En los años 60, las vanguardias artísticas lo recuperarían para convertir su simbología en una suerte de diario personal. La comisaria cuenta que el famoso Tarot de Marsella, el más común en la actualidad, fue en realidad una creación del surrealista André Breton, que viajó a la ciudad francesa huyendo de la II Guerra Mundial. Allí, y junto a muchos otros pioneros culturales de la época, quiso desprenderse del imaginario clásico (su idea de ‘la vieja Europa’) que había definido a las cartas, otorgándole una imagen del “nuevo mundo” al que aspiraban.

Otras de las obras que destacan en La torre invertida. El tarot como forma y símbolo son las de la Dorothy Iannone (Boston, 1993- Berlín, 2022), que exorcizó sus fantasmas amorosos a través de los símbolos clásicos en Ta(Rot) Pack, una interpretación de las cartas de la baraja en las que plasma su affaire sentimental y de la libertad sexual que experimentó. La última parada del recorrido es, quizá, la más opulenta. Las pinturas y esculturas de Niki de Saint Phalle (Neuilly sur Seine, 1930- San Diego, 2002) nacen de su visita al Parc Güell, en Barcelona. Queda maravillada con las figuras bañadas en mosaicos de Gaudí y construye su propio espacio a través de figuras asociadas al tarot, sirviéndole como terapia para hablar de su complicado currículo vital.

Una de las salas de
Una de las salas de la exposición 'La torre invertida. El tarot como forma y símbolo' en La Casa Encendida de Madrid

“Los símbolos que ofrece el capitalismo son muy pobres”

La carta de tarot favorita de Pilar Soler Montes es El Loco. “Es un personaje de disturbio, de transformación”, cuenta emocionada. La comisaria está convencida de que la exposición apelará a las nuevas generaciones, sumergidas en el mundo esotérico como si de una forma de vida se tratase. La astrología, el tarot y los amuletos son el nuevo ethos de los centennials que comparten el signo solar y ascendente de sus crushes. “Algunos ya han hecho quedadas para venir con sus propias cartas”, dice. La conexión de la Gen Z con el tarot tiene una explicación, según la comisaria.

“El tarot se recupera desde la contracultura. [...] El feminismo y otras corrientes marginales que toman posiciones políticas y sociales importantes lo recogen”

“Los símbolos que nos ofrece el capitalismo son muy pobres, están vacíos”, relata. Soler Montes pide una recuperación de esos iconos “trascendentales” por medio de la cultura, capaz de “devolvernos el lado humano que estamos perdiendo”. La comisaria cree que el tarot “está muy denostado”, un sentimiento que asocia a un desconocimiento del objeto, de su historia y de su labor artística. “El tarot se recupera desde la contracultura, algo que entronca con las élites y la cultura más institucional. El feminismo y otras corrientes marginales que toman posiciones políticas y sociales importantes lo recogen”, cuenta. “Como toda propuesta nueva, da miedo y genera rechazo”, concluye.

Una imagen de 'La torre
Una imagen de 'La torre invertida. El tarot como forma y símbolo', la exposición que estará hasta el próximo 5 de enero de 2025 en La Casa Encendida de Madrid
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