Dani de la Orden ha comenzado a escribir Casa en cendres, la que será la segunda parte de una película que ha roto récords en taquilla. Se trata de Casa en llamas, un título que ha conseguido coronarse como la cinta en catalán más taquillera de la historia. A finales de septiembre ya había recaudado casi tres millones de euros (2.690.328, para ser más exactos), superando así a Pa Negre, de Agustí Villaronga.
Pese a haberse estrenado a finales de junio, la cinta del director catalán sigue en cartelera (y contando con el beneplácito de un boca a oreja que la ha erigido como una de las grandes cintas españolas del año). Casa en llamas cuenta la historia de una familia de clase acomodada que pasará un fin de semana en la casa de Cadaqués que la matriarca pretende vender. Ella es Montse (Emma Vilarasau) y ha logrado reunir a sus dos hijos (María Rodríguez Soto y Enric Auquer), que vendrán acompañados de sus respectivas parejas (Macarena García). A ellos se unirá su exmarido (Alberto San Juan) y su actual novia (Clara Segura).
Montse está emocionada porque podrá ver a todos los miembros de la familia juntos de nuevo, y con unas esplendorosas vacaciones en la Costa Brava como telón. Divorciada desde hace tiempo, su exmarido tiene una nueva pareja, sus hijos han crecido y hace tiempo que hacen su vida sin hacerle ningún caso. La frustración parece narrar la realidad del clan familiar, ya sea por motivos laborales o personales, un sentimiento que hará brotar todo tipo de situaciones que bailarán entre la comedia y la tragedia. Tras su éxito en las salas de cine, la cinta llegará a Netflix el próximo 23 de octubre.
“Al final, no dejan de ser roles de género donde la mujer es la mala porque es la que lleva la logística, la que se encarga de poner orden y es algo que debe resultar agotador. Por eso, en la película, las mujeres están cansadas, mientras que los hombres son más pasotas, porque es el papel que se supone que se les permite”, contó el director a Infobae España con motivo del estreno de la cinta, titulada Casa en flames en catalán.
“En realidad, la película estaba planteada como un drama, porque creo que la comedia funciona mejor desde el drama, me parece más cercana y, en este caso, no se trataba de hacer gags, sino que el humor surge de otro sitio. De esta forma, los chistes, aunque sean muy pequeños y sutiles, destacan más dentro de ese tono tan naturalista”, añadió a este medio.
Desde que debutara con el díptico Barcelona, nit d’estiu y Barcelona, nit d’hivern, el cineasta ha ido configurando una carrera de lo más ecléctica en la que ha habido espacio para los grandes éxitos de taquilla, como El mejor verano de mi vida, con Leo Harlem, o para películas más personales, como Litus.