En un artículo de opinión publicado en NBC News, Kim Kardashian ha expresado su apoyo a la liberación de Erik y Lyle Menéndez, quienes fueron condenados a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional en 1996 por el asesinato de sus padres en 1989. Kardashian argumenta que los hermanos no son “monstruos” y que fueron condenados antes de que su juicio comenzara, destacando la falta de conciencia pública sobre el trauma del abuso sexual masculino en aquella época.
Todo ello acaba de suceder a la vez que se ha producido otro gran suceso con respecto al caso, y es que la fiscalía de Los Ángeles ha anunciado la revisión de nuevas evidencias en el caso de los Menéndez, lo que ha reavivado el interés en su historia. Los hermanos Menéndez, que tenían 19 y 21 años al momento del crimen, asesinaron a sus padres, Kitty y José Menéndez, en su mansión de Beverly Hills. Este caso capturó la atención nacional, convirtiéndose en un fenómeno mediático con múltiples programas de true crime explorando sus motivos.
En 1996, su juicio fue televisado, y la sentencia de cadena perpetua no sorprendió a muchos. Sin embargo, casi tres décadas después, su historia ha vuelto a ser relevante con el estreno de la serie de Netflix Monstruos: La historia de Lyle y Erik Menéndez, dirigida por Ryan Murphy. Esta producción ha contribuido a que el público reevalue los hechos y las circunstancias que rodearon el juicio, generando un debate sobre la justicia y el tratamiento de los acusados en casos de alto perfil.
Kardashian, quien ha visitado la Casa Blanca en dos ocasiones para discutir la reforma de justicia penal, sostiene que el caso de los Menéndez se convirtió en entretenimiento para la nación, y que sus historias de abuso fueron ridiculizadas en programas como Saturday Night Live. En 2021, Kardashian aprobó el examen de práctica para abogados en formación en California, lo que refuerza su interés y compromiso con la reforma del sistema judicial.
Un caso revisado
La revisión del caso por parte de la fiscalía de Los Ángeles podría abrir la puerta a nuevas interpretaciones de los eventos que llevaron a la condena de los hermanos. La atención mediática, junto con la serie de Netflix, ha generado una mayor conciencia sobre los posibles factores de abuso que pudieron influir en su comportamiento, desatando un amplio debate sobre cómo se manejan los casos de abuso y trauma en el sistema judicial.
Este resurgimiento en el caso Menéndez llega en un momento donde existe una creciente conversación sobre la justicia penal, especialmente en torno a cómo se aborda el abuso y el trauma en los tribunales. La posición de Kardashian, junto con la nueva serie, ha incitado discusiones sobre si la justicia fue realmente servida en 1996, y si los hermanos deberían tener una segunda oportunidad de defender su versión de los hechos.
La revisión de este caso por parte de las autoridades de Los Ángeles podría ser crucial para proporcionar una nueva perspectiva sobre uno de los casos más notorios de la década de 1990 en los Estados Unidos. Con figuras como Kardashian abogando por su reevaluación, el caso de los Menéndez sigue siendo un punto focal de discusión sobre la equidad y el tratamiento de los acusados en el sector judicial, poniendo de relieve los cambios necesarios en un sistema que a menudo ha sido criticado por no considerar adecuadamente los aspectos psicológicos y de abuso en los casos criminales.