Urko Olazabal, el actor que interpreta al alcalde acosador Ismael Álvarez en ‘Soy Nevenka’: “Me costó quitarme todo ese malestar generado por emociones tan negativas”

El intérprete, que ganó el Goya al Mejor Actor Revelación por ‘Maixabel’, vuelve a ponerse a las órdenes de Icíar Bollaín en esta película en la que encarna al monstruo de la función

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Tráiler de 'Soy Nevenka'

Se convirtió en uno de las revelaciones del panorama nacional gracias a la anterior película de Icíar Bollaín, Maixabel, en la que interpretaba a un miembro de la organización terrorista ETA que estaba en la cárcel y que suponía el contrapunto del proceso de arrepentimiento que experimentaba el personaje que interpretaba Luis Tosar.

Por esta película, Urko Olazabal ganó un incontestable Goya al Mejor Actor Secundario. Ahora, Icíar Bollaín vuelve a contar con él en Soy, Nevenka, en la que encarna a Ismael Álvarez, el que fuera durante años alcalde de Ponferrada por el PP y que fue acusado de acoso sexual por Nevenka Fernández, una joven concejala de Hacienda que se atrevió a desafiar al sistema y denunciar el calvario que había atravesado durante su paso por el consistorio.

El caso Nevenka se convirtió en un circo mediático y confirmó cómo la sociedad española del momento no estaba preparada para creer a las víctimas de violencia machista, una cuestión que provoca sonrojo tras el estallido del Me Too.

Nevenka Fernández tuvo que enfrentarse a todos tipo de juicios populares, mientras que Ismael Álvarez permanecía impune defendiendo su posición de víctima. Afortunadamente, fue declarado culpable, aunque con una pena que no se ajustaba a sus delitos.

Cómo compuso Urko Olazabal el personaje de Ismael Álvarez

Icíar Bollaín dirige a Mireia Oriol y Urko Olazabal en 'Soy Nevenka', producida por Kowalski Films, Feelgood Media, Movistar Plus+ y Garbo Produzioni
Icíar Bollaín dirige a Mireia Oriol y Urko Olazabal en 'Soy Nevenka', producida por Kowalski Films, Feelgood Media, Movistar Plus+ y Garbo Produzioni

Interpretar a un personaje tan monstruoso no era una tarea sencilla. ¿Cómo lo abordó Urko Olazabal? “Era el malo del cuento y, evidentemente, no puede estar más alejado de mí, así que al principio no sabía cómo lo iba a hacer, pero está claro que interpretar a villanos es un reto que como actor motiva”, cuenta el intérprete a Infobae España.

“Lo que teníamos claro desde el principio es que no queríamos hacer una imitación de esa persona, porque considerábamos que había que contar el tema del acoso desde muchas caras e intentar componer a un hombre poliédrico, en el que hubiera matices desde muchas perspectivas, para poder plasmar el acoso desde la mirada más insignificante hasta la violencia más explícita”.

Cuenta Olazabal que, al igual que la actriz que interpreta a Nevenka Fernández, Mireia Oriol, sí que tuvo la oportunidad de contar con su apoyo directo, él trabajó su personaje desde otra esfera y se documentó de manera diferente. Por supuesto, vio la miniserie documental de Netflix Nevenka, leyó el libro de Juan José Millás Hay algo que no es como me dicen: El caso de Nevenka Fernández contra la realidad (que acaba de ser reeditado por el sello Alfaguara) pero, sobre todo, investigó acerca de la psicología del ‘maltratador’ con expertos en el tema.

Un estudio de la psicología del ‘maltratador’

Mireia Oriol en 'Soy Nevenka', de Icíar Bollaín (Disney)
Mireia Oriol en 'Soy Nevenka', de Icíar Bollaín (Disney)

“Me empapé de manuales de maltrato psicológico, por ejemplo del doctor Iñaki Piñuel, de la médica psiquiátrica francesa Marie-France Hirigoyen o incluso de un libro sobre Los malos del cuento de Espido Freire, un relato de cómo sobrevivir a las personas tóxicas, dando a los relatos populares un nuevo sentido. La idea era componer un perfil psicológico lo más ajustado posible de este tipo de hombres, que lamentablemente, siempre se repite”.

El actor reconoce que, a pesar del riesgo que tenía su personaje, se sentía seguro al trabajar con Icíar Bollaín. Lo malo es que, a medida que iban rodando, me se iba desdibujando a sí mismo y dejando más espacio al monstruo. “Cuando terminé el rodaje me tuve que quitar todo ese malestar generado por tantas emociones negativas”.

Urko Olazabal piensa que, afortunadamente, la sociedad ha cambiado mucho desde que se produjera el Caso Nevenka en 2002. “Por supuesto, siguen existiendo este tipo de casos, pero creo que ahora hay más protección hacia las víctimas”. Por eso, para seguir aprendiendo, piensa que Soy Nevenka no es solo una película para mujeres, sino también para hombres, para que les haga pensar en sus comportamientos, para aprender cuáles son las líneas rojas que no se pueden cruzar. “La deconstrucción masculina resulta fundamental y la apología del machismo es un atraso social que no se debe permitir”.

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