Maggie Smith falleció el pasado viernes a los 89 años de edad, dejando atrás una mítica carrera como intérprete que incluye todo un universo cinematográfico que ha calado en el imaginario colectivo. Downton Abbey en la televisión o la saga de Harry Potter en la gran pantalla, su currículo interpretativo la ha llevado a ser una de las actrices más queridas de la industria.
Daniel Radcliffe, que compartió con ella una década de rodajes y grabaciones para Harry Potter, ha querido honrar la memoria, trayectoria y vida de Minerva McGonagall, la profesora a la Smith interpretó en la saga de J.K. Rowling. Aunque las novelas juveniles que se adaptaron a la gran pantalla fueran el escenario en el que compartieron más tiempo y complicidad, ambos actores se conocieron durante el rodaje de David Copperfield, una miniserie británica emitida en el año 1999 en la cadena BBC. Para homenajearla, Radcliffe ha querido retrotraerse a aquella época para hablar de una mujer que es, y fue, una “leyenda”.
“Tenía 9 años cuando conocí por primera vez a Maggie Smith. Estábamos leyendo las escenas para David Copperfield, que fue mi primer trabajo. No conocía prácticamente nada sobre ella salvo la emoción de mis padres por saber que yo iba a trabajar con ella”, ha explicado Radcliffe en un comunicado recogido por el medio estadounidense Variety. “La otra cosa que sabía sobre ella es que era una Dama, así que lo primero que le pregunté cuando nos encontramos fue: ‘¿Te gustaría que te llamara Dama?’. Ella se rió y dijo algo así como: ‘¡No seas ridículo!’”, ha contado el actor.
“Recuerdo sentirme nervioso y ella me tranquilizaba. Fue encantadora durante aquel rodaje, y después tuve la suerte de poder trabajar otra vez con ella durante 10 años en las películas de la saga de Harry Potter. Fue una persona de inteligencia feroz, tenía una lengua tremendamente afiliada, podía intimidarte y hechizarte al mismo tiempo. Y era, como pueden decir todos, una persona extremadamente divertida. Siempre me consideraré muy afortunado de haber podido trabajar con ella y poder haber estado juntos en los set de rodaje. La palabra leyenda está demasiado usada, pero si a alguien se le puede llamar así es a ella. Gracias, Maggie”, ha concluido el actor.
Una carrera mítica
Maggie Smith comenzó su carrera en el teatro, del Royal National Theatre a Broadway, en una disciplina que nunca la abandonó. A pesar de su carisma, siempre se la ha relacionado con papeles secundarios, aunque ha sido protagonista de un gran número de películas. Aunque no ocupase más tiempo en un primer plano, la intérprete británica era capaz de robar toda la atención de la cámara.
En la gran pantalla debutó a mitad de los años cincuenta, participando en películas de autores como Jack Clayton (Siempre estoy sola), John Ford y Jack Cardiff (El soñador rebelde), Joseph L. Mankiewicz (Mujeres en Venecia), George Cuckor (Viajes con mi tía), Alan J. Paula (Love and Pain and the Whole Damn Thing), Robert Moore (Un cadáver para los postres) o John Guillermin (Muerte en el Nilo).
En su extensa larga lista de títulos destaca, no sólo por su presencia o por pasar aparentemente desapercibida, sino por alternar toda clase de géneros que nos llevan del drama histórico a la alta y baja comedia, de las series a su reivindicación de la mujer en la tercera edad en la última etapa de su carrera.