La vida familiar del clan Coppola: quiebras, infidelidades, muertes trágicas y un imperio en el cine y el vino

Con el estreno de ‘Megalópolis’, repasamos la historia de una de las grandes familias que ha dado Hollywood

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Francis Ford Coppola junto a su hija Sofia
Francis Ford Coppola junto a su hija Sofia

El apellido Coppola resuena en el mundo del cine como sinónimo de prestigio, creatividad y, en muchos casos, éxito. Sin embargo, detrás del fulgor de la familia más emblemática de Hollywood, se esconden historias de quiebras, infidelidades, tragedias y una compleja relación con el poder y la fama. El legado de los Coppola va más allá de la pantalla grande, abarcando otros sectores, como la producción de vino, pero siempre manteniendo un trasfondo de drama que parece extraído de uno de sus propios guiones cinematográficos.

El patriarca de la familia, Carmine Coppola, fue un compositor y director de orquesta que emigró desde Italia a Estados Unidos. Su hijo, Francis Ford Coppola, llevaría el apellido a la cima del cine. Desde muy joven, Francis demostró un talento singular para contar historias, pero no fue hasta la década de 1970 que su carrera despegó definitivamente con la saga de El Padrino. A partir de ahí, Francis se convirtió en uno de los directores más influyentes del cine, firmando clásicos como Apocalypse Now y La conversación.

Sin embargo, el éxito no siempre fue acompañado de estabilidad financiera. Francis se endeudó enormemente para financiar la épica Apocalypse Now, una película que pasó por múltiples retrasos y sobrecostos, y cuya producción fue descrita como caótica. De hecho, tras el estreno de la película en 1979, el director enfrentó serios problemas económicos que casi lo llevan a la bancarrota. Este episodio marcó una etapa en la que Francis fue visto como un genio artístico que, a menudo, tomaba riesgos imprudentes. A pesar de ello, logró mantenerse a flote gracias a películas más comerciales, pero la inestabilidad financiera nunca dejó de acecharle.

Descubre el primer trailer de "Megalópolis" que se estrena este jueves 16 de mayo en el Festival de Cannes. (Crédito: American Zoetrope)

Problemas de familia

La familia Coppola no ha estado exenta de tragedias personales. Uno de los episodios más dolorosos fue la muerte del hijo de Francis, Gian-Carlo Coppola, en un accidente de bote en 1986. Gian-Carlo, quien apenas tenía 22 años, estaba trabajando para seguir los pasos de su padre en el cine cuando perdió la vida en el incidente. El dolor por esta pérdida marcó profundamente a la familia y, en especial, a Francis, quien ha hablado en varias ocasiones sobre cómo este hecho trágico afectó su visión de la vida y su carrera. Por otro lado, la hermana de Francis, Talia Shire, también tuvo su cuota de tragedia, aunque su carrera como actriz fue notable, apareciendo en filmes icónicos como Rocky y El Padrino. Talia también tuvo que sobrellevar las dificultades que enfrentaba su familia y los altibajos emocionales derivados de los múltiples conflictos internos del clan Coppola.

Otro de los escándalos que han marcado la vida de los Coppola han sido los rumores de infidelidades y turbulencias matrimoniales. Aunque la familia ha intentado mantener un perfil relativamente bajo en cuanto a sus vidas privadas, las tensiones matrimoniales han estado presentes. Francis Ford Coppola ha estado casado con Eleanor Coppola desde 1963, y a lo largo de los años se han escuchado rumores sobre posibles dificultades en su matrimonio. La propia Eleanor avivó estos rumores a través Eleanor también reconoció en Notes: On the Making of ‘Apocalypse Now’, contando algo inédito en el documental que ella misma había realizado a cuenta de la película, Corazones en tiniebla.

Mientras que el documental se centraba en el tumulto del rodaje, el libro reflejaba parte de la agitación interior de Eleanor, incluidos los retos de estar casada con una figura más grande de lo que hubiera imaginado. Durante el año que pasaron en Manila, Eleanor asegura que se sintió “una mujer aislada de mis amigos, mis asuntos y mis proyectos”. También habla con franqueza de una relación extramatrimonial de Francis. Hay una parte de mí que ha estado esperando a que Francis me dejara, o muriera, para poder tener mi vida como yo quiero. Me pregunto si tendré las agallas para conseguirla como quiero con él en ella”. A pesar de ello, ambos siguieron juntos hasta el fallecimiento de Eleanor este mismo 2024, de ahí que la película esté en gran medida dedicada a su figura, y quien sabe si también como una carta de amor y perdón por parte de Francis.

La siguiente generación también ha enfrentado tensiones familiares. Sofia Coppola, hija de Francis, ha labrado su propio camino como directora de cine con películas como Lost in Translation y María Antonieta, pero también ha tenido que lidiar con las expectativas y la presión de llevar el apellido Coppola. Su vida personal no ha estado exenta de desafíos, con un matrimonio fallido con el director Spike Jonze, que terminó en divorcio en 2003.

Una de las conexiones familiares más sorprendentes es la del actor Nicolas Cage, quien es sobrino de Francis Ford Coppola. Nacido como Nicolas Kim Coppola, decidió adoptar un nuevo apellido para labrarse su propia carrera en el cine sin la sombra del renombre familiar. Cage ha reconocido que esta decisión fue un intento de distanciarse de las expectativas que venían con su apellido. A pesar de este cambio, su vínculo con el clan Coppola sigue siendo fuerte, y ha construido una carrera exitosa por méritos propios, ganando incluso un Premio Oscar por su papel en Leaving Las Vegas.

Nicolas Cage, Sofia Coppola y Francis Ford Coppola, miembros prominentes del clan familiar
Nicolas Cage, Sofia Coppola y Francis Ford Coppola, miembros prominentes del clan familiar

El cine, el vino y ‘Megalópolis’

A pesar de las adversidades y los momentos difíciles, los Coppola han logrado consolidar un verdadero imperio, no solo en el cine, sino también en la industria del vino. En 1975, Francis adquirió el viñedo Inglenook en Napa Valley, California, con el objetivo de diversificar sus inversiones y tener una fuente de ingresos más estable. La bodega, que comenzó como una aventura paralela, se ha convertido en uno de los viñedos más prestigiosos de Estados Unidos. El vino producido bajo la marca Coppola se ha ganado el respeto de la industria vinícola, y el propio Francis ha dedicado gran parte de su tiempo a esta faceta de su vida, alternando entre sus dos grandes pasiones: el cine y el vino.

A pesar de su éxito en el vino y el cine, Francis Ford Coppola nunca abandonó su ambición por crear proyectos cinematográficos épicos. Uno de esos proyectos ha sido Megalópolis, una película que el cineasta ha estado planeando y soñando realizar durante décadas. Sin embargo, llevar este ambicioso proyecto a la pantalla ha sido un reto enorme para Francis, quien tuvo que recurrir a medidas financieras extremas para financiarlo.

En 2021, Coppola decidió vender parte de su negocio vinícola para obtener los fondos necesarios y finalmente materializar Megalópolis. Puso a la venta sus viñedos y bodegas en Geyserville, una zona del condado de Sonoma famosa por su vino. Estas propiedades fueron adquiridas por Delicato Family Wines, una compañía vinícola establecida en Napa Valley. El acuerdo, reportado como una transacción millonaria, le permitió a Coppola ingresar 500 millones de dólares, una suma considerable que le ha dado el impulso económico necesario para completar la película.

Megalópolis es un proyecto que ha capturado la imaginación de Coppola durante décadas. La película se centra en la reconstrucción de una utopía futurista tras una catástrofe, y promete ser uno de los trabajos más ambiciosos del director. Para Coppola, quien ha descrito Megalópolis como su “gran obra maestra final”, la película es una combinación de todos los temas que ha explorado a lo largo de su carrera: el poder, la corrupción, los sueños y las tragedias humanas.

El legado de la familia Coppola parece estar asegurado con la próxima generación. Gia Coppola, nieta de Francis, ha comenzado a hacer su propio nombre en el mundo del cine con películas como Palo Alto o The Last Showgirl, que acaba de presentar en el Festival de San Sebastián junto a Pamela Anderson. La joven directora ha demostrado tener una sensibilidad visual y narrativa que recuerda a su abuelo, pero con una voz propia y moderna. A pesar de las sombras que han acechado al clan, los Coppola continúan siendo una de las dinastías más influyentes de Hollywood. La historia de Francis, marcada por éxitos, fracasos, tragedias y renacimientos, llega a un nuevo capítulo con Megalópolis, una obra que podría consolidar su lugar como uno de los grandes directores de todos los tiempos. Su capacidad para arriesgar, incluso después de décadas en la industria, sigue siendo un testamento a su inquebrantable espíritu creativo.

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