“¿Cómo dejé que se me escapara entre los dedos?”: John Wayne se arrepintió toda su vida de haber rechazado uno de los papeles icónicos de Clint Eastwood

Antes de convertirse en uno de los directores más longevos y respetados de Hollywood, el actor reemplazó a El Duque en una película que le llevó a la gloria

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John Wayne junto a Clint Eastwood y Don Siegel, el director que acabaría encargándose de 'Harry el sucio'
John Wayne junto a Clint Eastwood y Don Siegel, el director que acabaría encargándose de 'Harry el sucio'

Hoy en día todo el mundo le conoce por ser uno de los directores más prestigiosos y prolíficos de Hollywood, pero antes de eso fue también un gran actor, aunque no siempre se le considerase como tal. De hecho, Clint Eastwood era algo despreciado por dedicarse a hacer spaghetti western junto a directores como Sergio Leone. Uno de elos que lo vilipendiaba era John Wayne, quien acabó rechazando un papel que según muchos cambiaría el curso de su carrera y que, se dice, lamentó hasta el final de sus días. Este papel, que consagraría a Clint Eastwood como una de las grandes estrellas del cine, fue el del inspector Harry Callahan en la película Harry el sucio de 1971, dirigida por Don Siegel.

John Wayne, conocido por su trabajo en icónicas películas del género western como Centauros del desierto, El hombre que mató a Liberty Valance y Valor de ley —por la que ganó su único premio Óscar— fue durante mucho tiempo el actor más exitoso del cine del oeste. Sin embargo, en los años 60, Clint Eastwood comenzó a ganar notoriedad en el mismo género, primero en la serie de televisión Cuero crudo y luego en la famosa trilogía de spaghetti western de Sergio Leone, conocida como la Trilogía del dólar: Por un puñado de dólares, La muerte tenía un precio y El bueno, el feo y el malo.

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Aunque Wayne inicialmente habló positivamente sobre el trabajo de Eastwood, su percepción cambió drásticamente cuando Eastwood aceptó el papel de Harry Callahan. Este papel no solo consolidó a Eastwood como una estrella de cine, sino que también lo convirtió en un competidor directo de Wayne en la industria cinematográfica. Se dice que Wayne criticó duramente a Eastwood por su película Infierno de cobardes, lo que evidenció la rivalidad entre ambos actores. La decisión de Wayne de rechazar el papel de Harry Callahan es vista como una de las grandes oportunidades perdidas en su carrera, especialmente considerando el impacto que tuvo en la carrera de Eastwood. “¿Cómo dejé que se me escapara de las manos?”, lamentaría El Duque, tal y como se recoge en una de su biografías.

Clint Eastwood en 'Harry el sucio'
Clint Eastwood en 'Harry el sucio'

El éxito que allanó el camino de Eastwood

Harry el sucio no solo fue un éxito de taquilla, sino que también estableció un nuevo tipo de héroe en el cine de acción, caracterizado por su dureza y su enfoque implacable hacia el crimen. Este personaje se convirtió en un icono cultural y marcó el inicio de una serie de películas que seguirían explorando el personaje de Harry Callahan. La rivalidad entre Wayne y Eastwood es un ejemplo de cómo las decisiones en la carrera de un actor pueden tener repercusiones duraderas. Mientras Wayne continuó siendo una figura emblemática del cine western, Eastwood diversificó su carrera y se estableció como una fuerza dominante en Hollywood, tanto delante como detrás de la cámara.

Clint Eastwood, al aceptar el rol de Harry Callahan, terminó por redefinir su carrera y dejó una huella imborrable en la industria cinematográfica. Por su parte, John Wayne siguió siendo un ícono del western, pero siempre quedó la interrogante de cómo habría cambiado su carrera si hubiera aceptado aquel papel legendario. La historia de este rechazo es una lección sobre las oportunidades y los riesgos que enfrentan los actores al tomar decisiones cruciales en sus carreras.

De este modo, la anécdota de Wayne y su rechazo a Harry el sucio se transforma en un recordatorio sobre la importancia de las elecciones en la trayectoria profesional y cómo estas pueden definir el legado de un actor. Sin duda, Wayne seguirá siendo recordado como el indiscutible rey del western, mientras que Eastwood continuará destacándose como una de las figuras más versátiles y respetadas de Hollywood.

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