Pedro Almodóvar está viviendo un momento dulce en lo que se refiere a reconocimientos. El director, que acumula numerosos galardones que nos llevan desde el Oscar por Todo sobre mi madre en la categoría de mejor filme internacional al de Hable con ella por su guion, acaba de regresar del Festival de Venecia con el León de Oro bajo el brazo gracias a La habitación de al lado, su primera película en habla inglesa.
A San Sebastián ha venido a presentarla por primera vez en nuestro país, acompañado de la intérprete Tilda Swinton, que junto a Julianne Moore protagoniza esta obra que ha sido recibida por el público del Zinemaldia entre lágrimas y vítores. Pero, además, el director también se encuentra en el el festival para recoger el Premio Donostia, un galardón que reconoce toda su trayectoria.
Precisamente ayer fue su cumpleaños y, en la premier de Yo, adicto, su director y amigo, Javier Giner, le preparó una sorpresa muy especial.
El director ha comparecido frente a la prensa en una de las convocatorias más aplaudidas y abarrotadas que se recuerdan en San Sebastián, junto a Tilda Swinton y parte del elenco español del reparto, Victoria Luengo, Juan Diego Botto, Melina Matthews y Raúl Arévalo, que participan en esta historia crepuscular de una mujer que se está muriendo dentro de un mundo que también agoniza.
44 años después de presentar su primera película
El director ha dicho que todo lo que está ocurriendo está siendo más emocionante de lo que esperaba. “La primera vez que estuve en el Festival de San Sebastián fue presentando Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón, que era tan defectuosa que hacía, precisamente de los defectos, una marca de estilo”, ha dicho generando risas en el auditorio.
Ha recordado también el tiempo en el que empezaba a hacer cine y pensaba que si no lo conseguía, sería la persona más desgraciada del universo. “Lo mejor de estos 44 años es que he tenido una trayectoria, he hecho mejores y peores películas, pero todas son mías y eso es un privilegio”.
También ha reconocido que su estilo y sus temas han cambiado de manera orgánica desde que empezó hasta ahora. “Desde Julieta, me he impuesto a mí mismo coartarme con las emociones. Pero en cada una de mis películas he intentado no repetirme, porque cada una de ellas siempre ha supuesto una nueva aventura con la que saltar al vacío”.
Esta noche recibirá el Premio Donostia y a la gala asistirá el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. “No sé si cuando lo vea haré de cabaretera, de petarda o me pondré serio porque, como en los países anglosajones lo llaman Mr. Handsome, pues tengo muchas cosas que pedirle a nivel político y también físico”, ha bromeado.
Sí que hay una cosa que le preocupa profundamente, “la alianza de la ultraderecha y el capitalismo más salvaje, solo conduce a las peores decisiones”. Y de eso, como ha comentado, va su película. También de la empatía, de abrir los brazos a los demás, ya sean o no de nuestro país.