Las confesiones de Pamela Anderson en su documental: de su trauma infantil a las lecciones de amor con ‘Los vigilantes de la playa’

Pocas actrices ha habido más icónicas en los últimos treinta años como Pamela Anderson. La actriz de Los vigilantes de la playa se convirtió en un ídolo de masas en los noventa, pero no solo a través de la pantalla, sino también fuera de esta. De hecho, la popularidad de Anderson se acrecentó con cada episodio que salía a la luz de su vida privada, creando todo un relato ficticio en torno a su persona que ni ella misma era capaz de sostener. Tanto fue así, que la actriz sufrió durante mucho tiempo y tuvo que abandonar en gran medida su carrera debido a la prensa y a los escándalos que protagonizó.

Algunos de esos episodios escabrosos y de cómo los gestionó o no supo gestionar se relatan en Pamela: una historia de amor, un documental que llegó a Netflix a principios del año pasado y en el que la propia actriz tomaba voz para explicar por primera vez la historia desde su punto de vista. Haciendo uso de imágenes de archivo, pero también de diarios y vídeos personales, Anderson repasaba sus años de ascenso a la fama y su éxito con Los vigilantes de la playa, pero también todo lo que vino después. Sus escarceos románticos, sus polémicas, y también todo aquello que no salió a la luz pero que le afectaba en su día a día. Una serie de confesiones que van desde traumas infantiles al famoso episodio de la cinta sexual con el músico Tommy Lee, que sería adaptada a la pantalla con la serie Pam & Tommy de Disney+.

Para empezar, en el documental revela detalles impactantes de su infancia en un reciente documental. La actriz y modelo compartió que sufrió abusos durante varios años a manos de su niñera, a quien sus padres consideraban de confianza debido a los regalos que les hacía. Anderson explicó que estos abusos ocurrieron durante aproximadamente tres o cuatro años, y que intentó proteger a su hermano menor de sufrir el mismo destino. En un momento de desesperación, Anderson intentó atacar a su abusadora con un bolígrafo de caramelo, con la intención de matarla. La situación tomó un giro inesperado cuando, al día siguiente de que Anderson le expresara su deseo de que muriera, la niñera falleció en un accidente de coche. Anderson confesó que durante mucho tiempo creyó que había causado la muerte de su abusadora con el poder de su mente.

Eso no es lo peor, ya que también desvela cómo un hombre adulto la agredió sexualmente cuando tenía solo 12 años. El ataque ocurrió en la casa de un amigo, y comenzó con la promesa de un masaje. Este evento traumático dejó una marca indeleble en su vida, afectando profundamente su autoestima y percepción corporal. Pamela describe que, tras la agresión, sentía como si los hechos estuvieran tatuados en su frente, una carga emocional que la acompañó durante años. Esta experiencia de abuso tuvo un impacto significativo en su vida, especialmente cuando comenzó su carrera profesional.

El documental también aborda cómo estos eventos de su infancia influyeron en su vida adulta y en su carrera profesional. Anderson ha hablado abiertamente sobre la vergüenza y el dolor que experimentó, y cómo ha trabajado para superar estos sentimientos y encontrar una forma de empoderarse a sí misma. Un poder que recuperaría con la famosa portada de Playboy que en gran medida la puso en el mapa. Fue ahí cuando comenzó a escribir sus diarios de los que se sirve el documental para reconstruir su relato, y en los que se muestra también la vergüenza que arrastraba y salía a la luz en determinados momentos: “Me siento bendecida y avergonzada al mismo tiempo, ¿qué hago aquí?”.

Su diario también refuerza ese enfoque intrépido y superromántico que adoptó en su búsqueda del amor y explica en gran medida sus posteriroes relaciones: “Prefiero haber amado un instante que haber llevado una vida miserable... Es la única forma de vivir la vida: vulnerable”. Así explica como sus primeras lecciones de amor las aprendió nada menos que con Los vigilantes de la playa, donde conoció a la que sería su última pareja antes de casarse con Tommy Lee, el surfista y compañero de reparto Kelly Slater, a quien describe como un auténtico rompecorazones.

De todos es sabido su matrimonio con Tommy Lee, el músico de la banda Mötley Crüe con el que estuvo casada entre 1995 y 1998. Pero especialemnte doloroso fuer para ella el caso de la cinta de vídeo sexual que se filtró y que le hizo vivir uno de sus peores momentos en toda su carrera, especialmente al ver que nadie le ofrecía asesoría legal por su pasado en Playboy. “Playboy era empoderadante, pero todo lo que pasó con este caso lo sentí como una violación”, relata la actriz en el documental.

Pamela Anderson parece haber cicatrizado muchas de aquellas heridas, y a nivel profesional ha obtenido una nueva oportunidad con The Last Showgirl, la película dirigida por Gia Coppola y que presenta en el Festival de San Sebastián. Una historia sobre una bailarina de cincuenta años que se ve obligada a terminar su carrera, y que puede que tenga ecos de la propia Pamela, aunque sin duda en su carrera aun le queda mucho por decir.