La ciudad de Madrid acaba de encontrar un nuevo huésped. Tras la gran pérdida que supuso el cierre de la librería La Central de Callao, el espacio será ocupado próximamente por una instalación que pretende revolucionar el mundo de los museos, y erigirse como uno de los grandes templo del videojuego. Hablamos de OXO Museo Madrid, cuyas puertas están a punto de abrir.
Ubicada en la calle Postigo de San Martín 8, donde hasta hace nada se encontraba la famosa librería La Central de Callao, este museo viene avalado por el éxito obtenido en Málaga, que abrió a inicios del año pasado. Esta iniciativa está impulsada por los hermanos Javier, Carlos y Miguel Ramos, responsables de la empresa de eventos y desarrollo de videojuegos Kaiju, así como de organizar eventos como Gamepolis o Freakcon. Con su llegada a la capital esperan replicar en gran medida el éxito cosechado en poco más de un año en la ciudad andaluza, y para ello tienen preparadas algunas novedades.
Quizá la más importante de ellas sea ver cómo aprovechan precisamente el espacio para transformar el antiguo palacete en un ‘templo’ dedicado al mundo del videojuego: galerías con consolas de todas las generaciones, un repaso a la historia de los videojuegos y por supuesto experiencias inmersivas para traer el videojuego del futuro al presente. Además de todo eso, se espera que esta nueva instalación cuente con áreas de ocio y restauración, así como de un espacio para organizar conferencias y talleres para todo tipo de edades. La idea es que el videojuego sea algo transversal que de lugar a muchas más actividades y sobre todo a un encuentro para distintas generaciones de apasionados por la consola.
Llenando un vacío en la capital
La noticia de la llegada de un museo como el de OXO es todo un soplo de aire fresco para Madrid. La primera de ellas, y más evidente, es por ocupar el vacío físico que había dejado el cierre de La Central de Callao. El edificio era una casa palacio de la época isabelina con siete alturas, construido en 1863 por José María Guallart Sánchez y con una gran historia entre sus paredes, hasta el punto de que se tuvo que tramitar un permiso especial para ser reconvertido a edificio comercial antes de convertirse en la icónica librería madrileña. Todo el que pase por Callao dejará de ver ya una fachada vacía para encontrarse con la promera de un nuevo gran museo.
Porque esa es precisamente la segunda razón por la que llena un vacío, el que existe en Madrid en torno a este tipo de instalaciones. Toda una capital con todo lo que ello conlleva no contaba hasta ahora con un evento de estas características, si bien ha albergado convenciones de videojuegos a lo largo de los años. No obstante, con la llegada de OXO tienen la oportunidad de dar el espacio y sobre todo el tiempo que se merece a descubrir la historia del videojuego pero también a adelantarse a su futuro.