En los últimos tiempos Leonardo Sbaraglia no ha parado de enfrentarse a nuevos retos. Su carrera está trufada de interpretaciones valientes, pero no abundaban precisamente los ‘biopics’ o, lo que es lo mismo, que como actor tuviera que meterse en la piel de un personaje real.
Pronto lo veremos encarnando a Carlos Menem, el controvertido presidente argentino, en una serie autobiográfica en la que también participan Juan Minujín y Griselda Siciliani y ahora se transfigura de El hombre que amaba los platos voladores, producción de Netflix dirigida por Diego Lerman que se ha presentado en la Sección Oficial del Festival de San Sebastián.
Qué cuenta ‘El hombre que amaba los platos voladores’
Se trata de la historia de José de Zer, un periodista argentino que alcanzó la fama en los años setenta y que terminó convirtiéndose en una estrella popular gracias a un espacio donde se encargó de investigar (a su manera) una serie de ‘avistamientos’ de OVNIS en el Cerro Uritorco, en la provincia de Córdoba.
“Le estoy cogiendo el gusto a esto de las caracterizaciones. En los últimos tres años he sido el representante de Maradona, un director, el ex presidente de Argentina y todas han sido buenísimas experiencias que, de alguna manera me han sacado de mi zona de confort”, cuenta el actor a Infobae España.
“Siempre están bien los desafíos y, en este caso, implicaba una transformación. Es curioso porque con estos personajes he tenido más libertad de la que me esperaba. Los puedes investigar, analizar cómo se mueven, sus gestos, pero después también hay un espacio grande para el juego”.
Reconoce que, en este caso, el cambio físico se encontraba implícito, no solo por el pelo canoso y repeinado que lleva el personaje. Cuenta Sbaraglia que en la época de máximo esplendor de José de Zer, él no estaba muy pendiente de su programa, pero sí recuerda que era una figura bizarra y un tanto esperpéntica que generaba una cierta fascinación. “Era un tipo llamativo”, cuenta. “Lo investigamos mucho y fuimos a todos sus medios a hablar con sus colegas. Era muy admirado, algunos los consideran un mito y eso era curioso de explorar”.
Uno de los temas que aborda la película es la invención de los circos mediáticos a través de la utilización de la mentira. Un asunto que resuena inevitablemente en nuestros días a través de las ‘fake news’.
Diego Lerman, el director de la película, cree que, en ese aspecto, José de Zer fue un adelantado a su época, un visionario porque, de alguna manera, introdujo en la televisión argentina el concepto de la posverdad, la manipulación informativa que ha derivado en la crisis del periodismo. “Creo que, en ese aspecto, este hombre marcó un punto de inflexión para la sociedad argentina y estableció un dilema ético al pasar a televisar hechos un poco dudosos”, ha comentado.
La crisis del cine argentino
La situación del cine argentino ha sido protagonista de la jornada porque, además del estreno internacional de El hombre que amaba los platos voladores, también ha tenido lugar un acto de apoyo a la industria del país que vive unos momentos delicados después de la ‘desmantelación’ del Instituto de Cinematografía (INCAA) por parte del gobierno de Javier Milei.
“Son importantes estos actos de apoyo, sobre todo por parte de un festival que históricamente siempre ha tendido lazos con el cine de mi país. Cuando el año pasado estuve presentando Puan, ya se vislumbraba la crisis y bueno, todo se cumplió. Ahora mismo, la realidad del cine argentino es una total incertidumbre. El apoyo estatal se ha suspendido y eso ha hundido la producción local. Entonces, no se están haciendo películas, solo un par que están autofinanciadas. Y esa es la realidad. Tenemos las plataformas, pero no todos los directores pueden acceder a ellas, ya que no todas las películas se insertan dentro del negocio del cine”.
“El cine también es identidad, es cultura, es arte. Y dentro del discurso populista, los recortes en educación, salud o ciencia, se encuentran alineados en el mismo sentido, para engañar a la gente diciendo que el cine le quita el pan de la boca a los pobres. Están situándonos en un terreno de conflicto cuando nosotros solo queremos hacer nuestro trabajo y representar a Argentina en el mundo, como lo hemos hecho durante tanto tiempo. Pero bueno, ha habido un cambio de timón radical y creo que todavía estamos un poco en shock, sin saber exactamente cómo reorganizar las nuevas coyunturas”, ha dicho el actor.