Hace poco menos de un mes que Respira llegó a Netflix, y apenas tardó unos días en auparse como lo más visto en la plataforma, al menos dentro de nuestro país. La nueva producción era todo un valor seguro, ya que cuenta con el aval de Carlos Montero, el creador de otras series como Física o Química, El desorden que dejas o Élite, el otro gran éxito que ha realizado para la plataforma. La nueva historia de Montero explora el mundo de los hospitales y tiene por protagonistas a una serie de enfermeros y doctores de un centro sanitaro público.
El de médicos es un formato que siempre ha tenido gran aceptación entre el público, ahí están los ejemplos de Hospital Central, Médico de familia o MIR. Con Respira nos adentramos en el Hospital Joaquín Sorolla, un centro público en el que se están produciendo una serie de recortes y cambios que llevan a su personal al límite. Encabezada por Aitana Sánchez-Gijón, Manu Ríos, Blanca Suárez o Najwa Nimri, la producción de Netflix narra el día a día de una serie de enfermeros, cirujanos y doctores del hospital, mientras intentan salir adelante de la presión que propone una política de derechas dispuesta a acabar con la sanidad pública y, por ende, con el propio hospital.
Sin embargo, la serie no acierta del todo al representar una serie de conductas y problemáticas que tienen lugar en un espacio así. Al menos eso es lo que señala, Héctor Castiñeira, el hombre detrás de la cuenta EnfermeraSaturada, un usuario en redes sociales que se dedica a hacer divulgación de salud, labor que compagina con su trabajo como enfermero y dietista. Como persona autorizada en materia y que ha trabajado en condiciones similares, Castiñeira procedía a señalar en un hilo todos los fallos e incongruencias de la serie a la hora de representar el trabajo de enfermero.
Los errores señalados
“La nueva serie de médicos de Netfilx es de risa. Otra más que no tiene ni pizca de parecido con la realidad. ¿Tan difícil es hacer algo decente? (serie de médicos, porque las enfermeras son un elemento decorativo más)”, comenzaba diciendo. El enfermero adjunta a la vez fragmentos de la serie de Netflix, en concreto escenas correspondientes a los dos primeros episodios. Así vemos al enfermero Biel de Felipe (Manu Ríos) sacar sangre en medio de una pescadería o flirtear con una paciente, y a otro R1 ayudar en el trabajo yendo bajo los efectos de las drogas. “Ese paciente entra en FV, y el médico drogado pide a la enfermera que ponga adrenalina y empieza RCP. Todo mal. Pero como la enfermera es de decoración y no opina ni decide, obedece. Llega la adjunta salvadora Igual decirle que se quedara no era tan buena idea”, señala el usurario.
Ese paciente entra en FV, y el médico drogado pide a la enfermera que ponga adrenalina y empieza RCP.
— Enfermera Saturada 🫀 (@EnfrmraSaturada) August 30, 2024
Todo mal.
Pero como la enfermera es de decoración y no opina ni decide, obedece. Llega la adjunta salvadora
Igual decirle que se quedara no era tan buena idea. pic.twitter.com/JllPz1mi3g
Mezclando algo de humor con su comentario crítico fundamentado, el hilo de EnfermeraSaturada ha tenido gran repercusión a raíz del estreno de la serie, y muchos se han sorprendido de la inversomilitud de la producción de Netflix. La espectacularidad de algunas de sus escenas y el sinsentido de otras han llevado a gente que ha trabajado en el sector a señalarla de esta forma, para así dejar claro que solo se trata de una ficción que no se corresponde lo más mínimo con la realidad. “He visto 2 capítulos y tendría para varios hilos. Una cirujana que tanto pone un tubo de tórax como opera un cráneo, el R1 que te ve en Urgencias y luego va a quirófano a operarte él solo, manchas de sangre en un uniforme que siguen rojas 12h después… Más Hospital Central, nada nuevo. Cero credibilidad”.