‘La pareja perfecta’: la adictiva miniserie de Netflix que te hará odiar (y amar) a los ricos

Nicole Kidman, que acaba de ganar la Copa Volpi en el Festival de Venecia por ‘Babygirl’, está de doble enhorabuena, pues ficción de seis capítulos dirigida por Susanne Bier que protagoniza ya es la más vista en España

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Nicole Kidman y Liev Schreiber en una escena de 'La pareja perfecta' (Netflix)
Nicole Kidman y Liev Schreiber en una escena de 'La pareja perfecta' (Netflix)

En la vida todo llega de golpe. Lo bueno y lo malo. Lo regular y lo mediocre, pero también lo maravilloso. En esa vorágine de situaciones y sentimientos se encuentra Nicole Kidman. La actriz australiana ha estado, en cuestión de una semana, en Venecia y Londres para presentar sus dos nuevos proyectos. En el festival de la ciudad italiana ha sorprendido con Babygirl, la película de Halina Reijn (Bodies, bodies, bodies) convertida en una explosión sexual femenina, una oda al orgasmo silenciado, una liberación completa que ha enmudecido a Venecia y con la que ha ganado la Copa Volpi a la mejor interpretación femenina. Sin embargo, la repentina muerte de su madre ha hecho que la intérprete no haya podido recoger el galardón este sábado en la clausura del certamen. “Estoy en shock y ahora mismo tengo que estar con mi familia, pero este premio es para ella. Ella me formó y me crio, ella me hizo”, ha declarado Kidman.

En Londres, y antes de conocer que su papel como una ejecutiva en apuros que tiene un affaire con un becario de su empresa venía con un pan debajo del brazo, Kidman presentó La pareja perfecta: una miniserie que podría convertirse en el nuevo éxito global de Netflix. Después del fracaso de Un asunto familiar (la película que protagonizó junto a Zac Efron y que se estrenó el pasado mes de junio en la plataforma) e impulsada por la promoción de Babygirl, la australiana protagoniza esta ficción que adapta, en seis capítulos, la novela de de Elin Hilderbrand.

El thriller, que aterrizó en la plataforma el viernes, pone el foco en una de las familias más privilegiadas de Nantucket, una isla en Massachusetts. La serie, dirigida por Susanne Bier (que ya estuvo al frente en The Undoing, la miniserie de Max con la propia Kidman y Hugh Grant), también está producida por la intérprete australiana. La fórmula clásica de familia rica que tiene que lidiar con una misteriosa muerte funciona a la perfección en La pareja perfecta. Nada gusta más al espectador que ver cómo una casa sostenida por los cimientos del dinero se desmorona con problemas que el capital no puede solucionar. Ricos e insolentes, pero desconcertados por el cuerpo que apareció en el lago de su idílica casa marítima, la familia Winbury es el lema eat the rich (empleado para odiar a los multimillonarios) llevado a la pantalla.

La serie arranca con la boda entre Amelia Sacks (Eve Hewson), una joven de origen humilde, y Benji Winbury (Billy Howle), uno de los hijos del matrimonio entre Greer Garrison Winbury (Kidman), una exitosa escritora, y Tag Winbury (Liev Schreiber). Amelia tendrá que adaptarse a las costumbres de un hogar que cuenta con cocinera, sirvientes y unas fabulosas vistas a la playa. Todo cambia cuando, en la mañana de la boda, un cadáver aparece flotando cerca de la magnánima casa. Secretos, mentiras y affaires que se destapan, una imagen de perfección que se quiebra e infinidad de fantasmas y dudas que se posan sobre los personajes.

Más allá de una escena introductoria en la que los protagonistas aparecen bailando (en una suerte de flashmob que desconcierta y encandila a partes iguales), La pareja perfecta cuenta con una receta de éxito infalible: muchos sospechosos, muchas pistas y muchos faux pas que conducen a una conclusión que, probablemente, rondaba en la cabeza de la audiencia desde el primer capítulo. La nueva miniserie de Bier se aleja de la seriedad de The Undoing (sólo hace falta recordar lo del flashmob) para presentar una historia que, por momentos, se adueña de lo cringe y de la narrativa casi telenovelesca que tanto engancha.

Una escena de 'La pareja perfecta' (Netflix)
Una escena de 'La pareja perfecta' (Netflix)

La miniserie es una versión menos intensa de la imagen desquiciada del privilegio que Mike White exprime en The White Lotus, pero sí bebe de esa aparente imagen de perfección y lujo que se desmorona cuando alguien decide rascar un poco más en el historial familiar. La serie no esconde sus fallos, los abraza y el espectador lo agradece. En ningún momento se promete una cosa que no sea la dramática (y en ocasiones grotesca) narrativa que se desarrolla en sus seis capítulos. Tampoco hay un intento de intelectualizar una trama que no se acompleja más allá de un misterio que encierra otras historias que la complementan y, en ocasiones, se enredan demasiado.

Hay personajes a los que te apetecería poner a pelar patatas durante unos meses y otros que, en su privilegio de clase y desprecio a lo común, enarbolan un lenguaje propio que te lleva a adorar sus intervenciones (algo que ocurre con Dakota Fanning, niña pija donde las haya). Completan el reparto Meghann Fahy (a quien conocimos en la segunda temporada de The White Lotus), Ishaan Khatter, Isabelle Adjani (el contrapunto cómico a la seriedad estadounidense del que viste con bermudas y mocasines), Jack Reynor, Donna Lynne Champlin, Michael Beach, Samuel John Nivola y Mia Isaac.

La serie es un perfecto, y redondo, guilty pleasure que hará que quieras comprarte un polo de Ralph Lauren o pasar los fines de semana en Sancti Petri jugando al golf... o más bien convertirse en el compañero perfecto para lidiar con la rentrée de septiembre sin demasiados sobresaltos.

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