Al contrario que con Bitelchús, septiembre no exige decir su nombre varias veces para coger forma. Simplemente aparece de repente, y a algunos les da más agobio y a otros no tanto, pero es inamovible como la vida misma. Sin embargo, con él siempre aparece una nueva temporada cinematográfica, y la de este cuatrimestre que resta de 2024 arranca con propuestas de lo más variadas y cargadas de viejos conocidos o algunos por conocer.
Efectivamente, hablamos de Bitelchús Bitelchús, el esperado regreso del personaje de Michael Keaton, pero también de otros títulos de lo más interesantes, como la historia real de Mi amigo el pingüino o la de El 47, el bus que ahora conduce Eduard Fernández para traer a la memoria una de las grandes luchas de clases de la historia reciente de España. Mientras la Academia ya se prepara para elegir su representante en los Oscar o se espera el aterriza de Almodóvar y su Habitación de al lado, aquí van una serie de películas para hacer más llevadera esta primera semana de septiembre.
‘Bitelchús Bitelchús’
Sin duda el gran estreno de la semana, por todo lo que conlleva en cuanto a la nostalgia y al director detrás de ella, Tim Burton. Más de 35 años después de Bitelchús, la película que puso a Burton entre las grandes promesas de Hollywood antes de consolidarse con Batman o Eduardo Manostijeras, el fantasma de Michael Keaton regresa para atormentar a nuevos inquilinos, o más bien para ayudar a los que conoció tiempo atrás. La familia Deetz, ahora con un nuevo miembro como la hija de Lydia (Winona Ryder), Astrid (Jenna Ortega), regresa a Winter River para enfrentarse a su pasado y reencontrarse con el fantasma más divertido y vacilón de la historia del cine.
‘El 47′
Inspirada en un caso real que sacudió la Barcelona de los años 70, esta película protagonizada por Eduard Fernández y dirigida por Marcel Barrena (Mediterráneo) cuenta la historia de un conductor que hizo historia. Manolo Vital era uno de los líderes del humilde barrio de Torre Baró, el cual se encontraba completamente incomunicado del resto de Barcelona. Vital se propuso desmentir al Ayuntamiento y “secuestrar” el autobús 47 junto a buena parte de los vecinos del barrio para llevar el automóvil por sus empinadas cuestas y demostrar que no solo se podía llegar a Torre Baró, sino también que su gente merecía poder trasladarse al resto de Barcelona.
‘Estación Rocafort’
La joven Natalia Azahara (A través de mi ventana) acompaña a Javier Gutiérrez resolviendo el misterio de la estación de Rocafort, una mítica parada del metro de Barcelona que está rodeada de gran misticismo. Extrañas muertes y sucesos se han producido en sus vías, y a la pobre Laura (Azahara) le toca trabajar allí un buen día. Desde ese momento decidirá descubrir qué se esconde detrás de los paranormales eventos de la parada, pidiendo ayuda a un expolicía que ha tenido sus propias experiencias en los rincones de Rocafort.
‘Un silencio’
Joachim Laffose es conocido eminentemente por sus dramas de familia y su capacidad para reflejar situaciones de lo más cotidianas desde puntos de vista en los que nadie más se había fijado. Así lo ha demostrado en filmes como Perder la razón, Después de nosotros o la más reciente, Un amor intranquilo, en la que se narraba la tortuosa relación de un matrimonio distanciado por la bipolaridad de él. Con Un silencio, el cineasta belga explora el tema de los abusos sexuales de nuevo desde el prisma familiar, con una mujer que lleva silenciada durante años y cuyos hijos descubren su verdad y quieren buscar justicia. Todo ello con grandes actores como Emanuelle Devos o Daniel Auteil.
‘Mi amigo el pingüino’
Basada en una historia real sobre un constructor brasileño que entabló amistad con un pingüino, esta película protagonizada por Jean Reno llega a salas para relatar esta insólita relación. En 2011 el antiguo constructor carioca Joao Pereira se encontró con un ave claramente desvalida y con restos de petróleo por todo el cuerpo. Pereira se encargó de lavarla y cuidarla hasta que estaba en condiciones de partir, pero su sorpresa fue mayúscula cuando se encontró con que al cabo de un año el pingüino aparecía en su puerta para visitarlo. Así fue sucediendo una y otra vez cada año hasta que decidieron ponerle un localizador a la criatura para verificar que era la misma. DimDim, como bautizaron al pingüino, tiene ahora su historia en la gran pantalla con uno de los grandes actores del cine francés.