En la década de los noventa, el cómic The Crow se convirtió en un fenómeno de culto pero lo cierto es que, ya desde desde sus orígenes, este relato parecía contener ciertas dosis de ‘malditismo’ que poco a poco fueron configurando a su alrededor toda una leyenda negra y casi macabra.
Su creador, James O’Barr, vivió toda una serie de tragedias personales que vertió en su trabajo, entre ellas la muerte de su prometida atropellada por un conductor borracho. Además de su experiencia, también se inspiró en el asesinato de una pareja joven por un anillo de compromiso de tan solo 20 dólares.
A partir de esas dos premisas, surgió El cuervo, una obra de lo más oscura que precisamente comienza con el crimen de una pareja, Eric y Shelly, a manos de unos criminales. El protagonista regresará de entre los muertos guiado por un cuervo sobrenatural para vengarse. Había mucha ira y un espíritu autodestructivo en esas páginas e imágenes, que poco a poco fueron alcanzando el reconocimiento dentro del ‘underground’.
Una película marcada por la tragedia
Poco después comenzó a desarrollarse la primera adaptación a la gran pantalla, dirigida por Alex Proyas, que hasta el momento estaba muy bien considerado dentro del ámbito de videoclip. El elegido para ser el protagonista fue Brandon Lee, el hijo del mítico experto en artes marciales Bruce Lee que falleció en extrañas circunstancias cuando tenía 33 años.
Brandon Lee parecía destinado a seguir la estela de su padre en la pantalla y desde joven comenzó a participar en películas de acción hasta que le llegó la gran oportunidad de protagonizar esa supuesta gran producción que lanzaría al estrellato.
Antes de que empezara el rodaje, los productores comenzaron a recibir mensajes anónimos anunciando que si continuaban con los planes de llevar a cabo la película, ocurrirían cosas malas.
Lo cierto es que la filmación fue desde el principio muy complicada y caótica, y comenzaron a sucederse los accidentes entre los miembros del equipo técnico: un carpintero se atravesó la mano con un taladro, un electricist se electrocutó con un cable de alta tensión, y los escenarios fueron destruidos tanto por un huracán como por parte de un empleado tras ser despedido.
La muerte de Brandon Lee
Para culminar la serie de catastróficas desdichas, mientras Lee precisamente se encontraba escenificando el momento en el que debía ser asesinado por un disparo, el arma que se suponía que debía ser de fogueo lo hirió con un proyectil verdadero que le produjo una hemorragia interna por la que falleció pocas horas después.
Desde ese momento, todo lo que ha tenido que ver con El cuervo y Brandon Lee ha sido motivo de toda una serie de teorías conspiranoicas de la más diversa estirpe y, la película de Alex Proyas se convirtió también en una obra icónica, tanto por su valor artístico como por el terrible acontecimiento que marcaría la memoria colectiva de toda una generación.
Se hicieron un par de secuelas, El cuervo: ciudad de ángeles (1996) y El cuervo: Salvación (2000), pero ninguna alcanzó prácticamente repercusión. Ahora, 30 años después, se estrena un nuevo reboot de manos de Rupert Sanders, responsable de películas fantásticas y ciencia ficción como Blancanieves y la leyenda del cazador y Ghost in the Shell: el alma de la máquina (también adaptación de una manga del ‘cyberpunk’ fundacional).
Más problemas para volver a adaptar ‘El cuervo’
Lo cierto es que este proyecto lleva pasando de mano en mano en Hollywood desde hace más de 15 años. Por el camino, el sustituto de Brandon Lee podría haber sido de Mark Wahlberg a Channing Tatum, pasando por Jason Momoa o incluso Bradley Cooper. Estuvieron involucrados en el guion desde el compositor y cantante Nick Cave hasta los directores españoles F. Javier Gutiérrez y Juan Carlos Fresnadillo.
Finalmente, con Sanders tras la cámara, el elegido para encarnar a Eric ha sido Bill Skarsgård, otro ‘nepo baby’ (es hijo de Stellan Skarsgård y hermano de Alexander Skarsgård) que parece tener predilección por los papeles ‘dark’, sobre todo después de meterse en la piel del payaso de It y del anunció de que se convertirá en Nosferatu en la próxima película de Robert Eggers.
No se sabe si la maldición sobre esta historia seguirá perpetuándose. Ante esta nueva adaptación, Proyas se ha manifestado en diferentes ocasiones sobre lo que él piensa al respecto: que no se debería tocar el legado de esa obra para homenajear la figura de Brandon Lee.