Ha estado en hasta tres éxitos comerciales de final de siglo, participado en series de comedia como Malcolm o Big Bang Theory y trabajado junto a auténticas estrellas y directores de la talla de Steven Spielberg. Todo ello sin mediar palabra, siempre con una sonrisa y dispuesta a hacer lo que le digan. A pesar de llevar casi treinta años trabajando en la industria del cine, no todo el mundo conoce a esta peculiar actriz, cuando su historia es de las más interesantes, ya que ni siquiera se trata de un intérprete humano. Así es, estamos hablando de un animal, pero no un animal cualquiera.
Crystal es una mona capuchina que lleva ligada a la industria del cine desde 1997, cuando participó como extra en la película George de la Jungla. De ahí pronto saltó a otros dos grandes éxitos de finales de la década, como Dr. Dolittle o American Pie, demostrando incluso que se podia amoldar a proyectos que no requiriesen de un carácter animal para poder contar con ella. De hecho, tal y como asegura todo un experto en la preparación para animales en el mundo de la actuación, Crystal está bastante lejos de lo normal. “La mayoría de los monos tienden a ser rebeldes o demasiado entusiastas: no les gusta que les digan lo que tienen que hacer. Pero a Crystal no le gusta hacer el tonto. Es muy lista a la hora de averiguar cosas. Le gusta hacer actividades que ejerciten no sólo su cuerpo, sino también su cerebro”, asegura el preparador Thomas Gunderson, quien adoptó a Crystal cuando tenía dos años y le bautizó así en honor de la cantante de country Crystal Gayle.
Con el cambio de siglo, Crystal repetiría su papel como el mono borracho de Dr. Dolittle e incluso haría una breve aparición en Malcolm in the middle, la primera de las 6 series en las que ha aparecido hasta la fecha. Sin embargo, su primer gran éxito llegó en 2006, cuando fue escogido para acompañar a Ben Stiller en Noche en el museo. En ella daba vida a Dexter, un mono de la sección de mamíferos de África que cobraba vida junto al resto de criaturas de la instalación, desde el vaquero de Owen Wilson al romano de Steve Coogan pasando por el Theodore Roosevelt de Robin Williams o la Amelia Earhart de Amy Adams. A pesar de estar rodeado de grandes estrellas, Crystal lograba exhibir sus dotes como ese mono desvergonzado y carismático, y su actuación no pasaría desapercibida.
Porque en un rol muy parecido al de Noche en el museo -saga en la que volvería a aparecer en otras dos ocasiones-, Todd Phillips le encomendó un papel nada fácil en la secuela de Resacón, Resacón 2: ¡Ahora en Tailandia!, en la que volvería a demostrar su talento para los vicios humanos tal y como había hecho ya en Dolittle. Un papel nada sencillo como un mono traficante de drogas, pero en el que deslumbraría acompañando a Phil (Bradley Cooper), Alan (Zach Galifianakis) y Stu (Ed Helms) en su desmadre. Ese mismo año confirmó su gran estado de forma como el actor animal más demandado en Hollywood: Un lugar para soñar junto a Matt Damon, Zooloco junto a Kevin James e incluso la serie Big Bang Theory, en la que de nuevo daba vida a un mono fumador.
‘Mono malo’, una oportunidad para brillar
Los malos hábitos en pantalla no han impedido que Crystal siga consolidando su carrera como uno de los grandes animales de la historia del cine, siguiendo la estela de otros como Lassie o Rin Tin Tin y allanando el camino para otros nuevos como Messi -el perro de Anatomía de una caída-, aunque los perros siempre han jugado en una liga distinta a los primates. Y tras trabajar a las órdenes de Spielberg en Los Fabelman, ha conseguido una nueva oportuniudad para brillar con una serie que ya lo alude en el título: Mono malo.
En la serie, Crystal da vida a Driggs, irónicamente un mono capuchino que se dedica al cine y que es famoso por haber actuado junto a Johnny Depp en la saga de Piratas del Caribe. Aunque en la realidad Crystal nunca trabajó en la saga ni junto al actor que da vida al Capitán Jack Sparrow, la broma sirve para dar cuenta de la fama que arrastra a sus espaldas, así como de la capacidad para reírse con una figura sin duda especial en el Hollywood actual, en el que cada vez es más común ver a los animales hechos por ordenador.
El creador de Mono Malo, Bill Lawrence, da fe de su profesionalidad y la experiencia que se esconde detrás de su fachada: “Creo que todos nos sentimos más seguros de que Crystal ha trabajado en más series y películas que cualquier actor, escritor o actriz de la serie. Era la más profesional; fue un horrible error de casting porque en realidad es una mona muy buena”, bromeaba el showrunner de Ted Lasso, con la que triunfó en Apple TV+ y espera hacerlo ahora de nuevo. Vince Vaughn, protagonista de la serie, también da fe, aunque no sin ironía: “Nunca volveré a trabajar con ese. Manipulador, gran séquito... es inaccesible”, bromeaba el actor.
A sus 30 años, Crystal ya ha superado la esperanza de vida de su especie si estuviera en libertad, aunque estudios aseguran que bajo los cuidados humanos pueden llegar a los 45 años. En este momento la mona capuchina cuenta con 30 años recién cumplidos, y de momento no tiene pinta de estar en baja forma o haber perdido destrezas como intérprete. Al contrario, sigue escribiendo su nombre con letras de oro en Hollywood, y aunque muchos aún no sepan su nombre, desde luego esa sonrisa es inconfundible.