En el panorama televisivo español, pocas series han dejado una huella tan profunda en la comedia de situación como Aquí no hay quien viva (ANHQV) y su sucesora espiritual, La que se avecina (LQSA). Ambas producciones, que comparten tanto elenco como creadores, se han convertido en referentes del género, generando un debate recurrente entre los fans: ¿cuál de las dos es la mejor comedia? Recientemente, una actriz que ha trabajado en ambas series ha ofrecido su perspectiva, aportando una reflexión crítica sobre la evolución de la comedia en televisión, siendo ambas series creadas por los hermanos Alberto y Laura Caballero.
En una entrevista pasada, la actriz Isabel Ordaz, quien estuvo presente en ambas producciones, abordaba la transformación que ha sufrido la comedia de situación en los últimos años. “La comedia de situación ha desaparecido, y sé de lo que hablo porque he estado tres años haciendo comedia de situación”, afirma con contundencia, refiriéndose a su experiencia en estas populares series. La actriz que diera vida a “La Hierbas” en la primera producción explicaba que, durante su tiempo en Aquí no hay quien viva, la comedia se sustentaba en la situación misma, en el contexto y en las interacciones naturales de los personajes. Era una comedia que no dependía únicamente de las frases ingeniosas, sino del “tempo situacional” y de las reacciones espontáneas de los personajes ante los absurdos y caóticos eventos que se desarrollaban en el edificio de la calle Desengaño 21. “La comedia necesita muchísimo tempo situacional. Está hecha a base de contraplanos. No es tanto lo que dices, sino lo que sucede y las reacciones de los personajes”
Este enfoque, centrado en las situaciones y en las reacciones, es lo que, según muchos fans, hizo de Aquí no hay quien viva una serie tan querida y recordada. El humor surgía de la cotidianidad exagerada, de personajes bien definidos y de situaciones tan caóticas como posibles. Era una comedia de personajes más que de frases, donde el espectador se sentía parte del vecindario, compartiendo las peripecias de cada uno de sus excéntricos habitantes.
os podéis poner como queráis comparando anhqv con lqsa pero es que son incomparables y aquí os lo explica todo muy bien isabel ordaz que ha actuado en ambas: pic.twitter.com/PYs2ZzVt8i
— Numb. (@HopelessVisions) August 23, 2024
El cambio en la comedia que señala a ‘LQSA’
Sin embargo, la actriz también menciona un cambio significativo en la comedia televisiva que comenzó a notarse en los años posteriores. “Cuando cambió la cosa, ya no era comedia de situación. Todo estaba fundamentado en que la frase tenía que ser graciosa, ocurrente, ingeniosa”, comenta, aludiendo quizás a La que se avecina. La serie, aunque heredera de ANHQV en muchos aspectos, introdujo un estilo donde el ingenio verbal y las frases lapidarias ganaron más protagonismo. Esta evolución, según la actriz, fue perjudicial para la esencia de la comedia de situación: “El ingenio mata a la comedia. Y me la estoy jugando, ¿eh?”, añade, dejando claro que su opinión puede resultar controvertida entre los seguidores.
La que se avecina ha tenido un éxito indiscutible, con varias temporadas a sus espaldas y una legión de fans que la defiende con pasión. Sin embargo, el cambio en el enfoque narrativo es evidente: donde Aquí no hay quien viva priorizaba la situación y la construcción de un microcosmos vecinal creíble y divertido, LQSA a menudo recurre a gags más inmediatos y diálogos que buscan el impacto humorístico a través de la agudeza verbal.
La actriz no desestima el valor de La que se avecina, pero su crítica parece apuntar a una nostalgia por la comedia de situación más clásica, aquella que permitía a los personajes respirar, interactuar y reaccionar de manera más natural, creando momentos cómicos que se sentían orgánicos y menos forzados. Esta reflexión invita a reconsiderar qué es lo que realmente hace que una comedia perdure en el tiempo: si las frases ingeniosas o las situaciones bien construidas, aquellas que permiten al espectador identificarse con los personajes y sus circunstancias, generando un vínculo más profundo y duradero con la historia que se cuenta. Para Ordaz, la comedia más efectiva es la que surge de la autenticidad de las situaciones, donde el humor no es forzado, sino que fluye de manera natural, conectando con el público de una forma que trasciende lo inmediato y permanece en la memoria colectiva.