La película española que triunfa en taquilla sin hacer ruido: ideal para ver en familia y en verano

Si uno mira la cartelera actual, encontrará títulos como Deadpool y Lobezno, Del revés 2 o Alien: Romulus entre los más destacados. Todos ellos no solo tienen en común ser grandes superproducciones de Hollywood, sino también proceder de universos más que establecidos, ya sean de superhéroes, de animación o incluso del espacio exterior. También sucede con los títulos españoles, como se puede ver con Padre no hay más que uno 4. Pero entre todos esos nombres hay uno más, uno que lleva insertado desde hace ya un tiempo y que no parece querer irse de la cartelera, pues sigue llenando cada una de sus sesiones.

Se trata de Casa en llamas, la película española dirigida por Dani de la Orden que aterrizó en cines allá por finales de junio, y que casi a finales de agosto se mantiene con el mismo vigor. Algo inédito en una no-superproducción de por sí, pero más aun en una película española de la que tampoco se ha hablado tanto y que desde luego no encaja en el perfil de película española que triunfa. No es comedia absurda, no está auspiciada por una gran distribuidora y, aunque tiene grandes actores, no cuenta con un icónico rostro que pueda llevar a los espectadores a verla. Siendo todo esto así, ¿cuál es entonces el secreto de esta película?

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Pues bien, la respuesta se puede deducir de reunir una serie de ingredientes que la película contiene y que funcionan a la perfección. Se sitúa en verano sin ser del todo veraniega, es familiar pero exponiendo las problemáticas de cada uno de sus miembros, y es drama pero con un toque de comedia, o una comedia que no cae en exceso de dramatismos. “Yo quería hacer una película sobre una familia que se quiere mal. Una familia que, aparentemente, no tiene ningún problema, al menos económico, pero que ha perdido su capacidad para comunicarse y relacionarse entre sí”, contaba su director a este mismo medio con motivo del estreno.

Pero, ¿de qué va exactamente Casa en llamas. Pues bien, la película cuenta la historia de una familia que se vuelve a reunir después de mucho tiempo en su casa de la playa en Cadaqués, en la Costa Brava. Montse (Emma Vilasarau) es la madre que consigue reunir a todos los miembros de su familia y quien se muestra inmensamente ilusionada al principio después de juntarse tantos después de tanto tiempo. Entre ellos están los dos hijos de Montse (María Rodríguez Soto y Enric Auquer) y sus respectivas parejas (José Pérez-Ocaña y Macarena García), así como su exmarido (Alberto San Juan) y la nueva pareja de este (Clara Segura). En definitiva, un encuentro algo extraño y que por momentos se irá volviendo más y más incómodo, con una tensión constante que sin duda es otro de los elementos que ha atraído a los espectadores.

Casa en llamas continúa en taquilla y ya acumula más de 270.000 espectadores así como casi dos millones de euros recaudados, unas cifras insólitas para una película tan pequeña y además rodada en una segunda lengua como es el catalán, si bien en algunos cines cuenta con una versión doblada al castellano. No es que sea del todo un impedimento, pues otras películas como Alcarràs también han triunfado de esta forma, pero es un ingrediente más que la hace especial al tiempo que da más mérito a su relativo triunfo. El filme de De la Orden se encuentra ahora mismo entre las más vistas de lo que va de 2024, solo por detrás de Menudas piezas, La familia Benetón, Ocho apellidos marroquís y por supuesto Padre no hay más que uno 4. Entre los superhéroes, los aliens y las comedias de Santiago Segura, parece que aun hay espacio para una pequeña gran película que en verano está conquistando sin hacer mucho ruido pero con paso firme.