No todos los últimos deseos tienen por qué cumplirse, y en este caso afortunadamente no ha sido así. El actor Alain Delon, recientemente fallecido a los 88 años, tenía una petición expresa para su muerte, que finalmente no se llevará a cabo. El francés pretendía ser enterrado junto a Loubo, su perro desde hace más de diez años y con el cual quería compartir tumba, pero cuyo destino será el de ser adoptado por otra familia. Así lo han confirmado desde la Fundación Brigitte Bardot, que ha anunciado que la familia no permitirá que se cumpla la última voluntad del actor de El gatopardo y El silencio de un hombre.
“Si muero antes que él, le pediré al veterinario que nos lleve juntos. Lo pondrá a dormir en mis brazos. Prefiero hacerlo antes que saber que se dejará morir en mi tumba con tanto sufrimiento”, había declarado Delon en una entrevista en 2018, en la que ya expresaba su deseo de compartir sepultura con Loubo. Sin embargo, ha sido la propia familia del actor la que se ha ofrecido a continuar cuidando del malinois de 10 años que el intérprete adoptó allá por 2014, y con el que esperaba compartir nicho.
“¡No te preocupes por Loubo! Muchos de vosotros nos habéis enviado mensajes sobre el futuro de Loubo, el perro de Alain Delon. ‘Tiene su casa y su familia’, nos confirmaron los familiares del actor que lo cuidarán. ¡Por supuesto que Loubo no será sacrificado!”, aseguraban desde la Fundación de la actriz Brigitte Bardot, especializada en la protección de animales para apaciguar las posibles dudas en torno al deseo de Delon. Finalmente será su familia la que contradiga su deseo pero un fin mucho mejor, como es el de seguir procurando los mejores cuidados al animal.
Un vínculo especial
Lo cierto es que Loubo representaba mucho más que un perro para Alain Delon, y a pesar de su excéntrica petición sí que guardaba una estrecha relación con el canino. “Es mi perro de final de vida… lo amo como a un hijo”, comentaba en una entrevista. El actor, al que desde bien joven le apasionaron los animales, siempre se rodeó de compañía perruna, aunque parece que con ninguno había congeniado tanto como con el malinois belga que adoptó de un refugio ya en su vejez. “He tenido 50 perros en mi vida, pero tengo una relación especial con este. Me extraña cuando no estoy”, aseguraba Delon.
El extraño deseo de Delon tampoco pilla de nuevas, porque siempre estuvo especialmente sensibilizado con el tema de la eutanasia. El actor llevaba años detrás de que se le permitiese el suicidio asistido para poner fin a su propia vida, ya que aseguraba que tanto sus dolencias personales como el hecho de haber visto morir a su esposa lentamente -Nathalie Delon falleció de un cáncer de páncreas- lo habían llevado a tomar esa difícil decisión. En su momento incluso había llegado a escribir una carta de despedida en caso de que le concedieran su deseo. “Me gustaría dar las gracias a todos los que me han acompañado a lo largo de los años y me han brindado un gran apoyo. Espero que los futuros actores puedan encontrar en mí un ejemplo no solo en el lugar de trabajo, sino en la vida cotidiana, entre victorias y derrotas”.