David Lynch no vive sus mejores días. El director estadounidense ha declarado este lunes que lleva padeciendo desde hace años varios problemas de salud, provocados por su adicción al tabaco. En una entrevista con el medio especializado Sight and Sound, el cineasta de Mulholland Drive, El hombre elefante, la Dune original, Corazón salvaje, Twin Peaks o Terciopelo azul ha declarado que su condición es uno de los motivos por los que se ha mantenido tan apartado de los sets de rodaje.
El enfisema pulmonar que le han diagnosticado tras numerosos años como fumador empedernido dificulta que el director pueda acudir a un rodaje, pues se queda sin oxígeno con apenas unos pasos, lo que hace que únicamente pueda dirigir en remoto desde casa, una opción que no rechaza del todo de cara al futuro (o en el caso de que pueda surgir algún proyecto interesante). “Ahora estoy obligado a quedarme en casa, lo quiera o no. No puedo salir. Y sólo puedo andar distancias cortas antes de quedarme sin oxígeno”, ha declarado a la revista británica.
Lynch, considerado uno de los grandes directores de la contemporaneidad, no se arrepiente de su ‘vicio’. “Fumar era algo que me encantaba, pero al final me ha hecho daño”, ha reconocido. “Era parte de mi vida de artista: el olor del tabaco, encenderlo, fumar y sentarme a mirar mi trabajo o pensando en cosas, nada en este mundo es tan bonito. Y ahora me está matando. Dejarlo es difícil”, ha precisado. “Debido a la Covid, sería muy malo ponerme enfermo, incluso coger un resfriado”, ha añadido precavido el director.
El último largometraje de Lynch fue Inland Empire, estrenado en 2006, pero también trabajó en la tercera temporada de la icónica serie Twin Peaks (estrenada en 2017 y que completa una vida dedicada a la serie que creó junto a Mark Frost, pues junto a episodios sueltos de las dos primeras temporadas también dirigió el largometraje Twin Peaks: Fire Walk with Me en 1992, centrado en la última semana de vida del icónico personaje de Laura Palmer).
Aunque lleva 18 años sin estrenar una cinta en salas, Lynch no ha dejado de trabajar entre bambalinas, pues en otra parte de la entrevista con Sight and Sound admite que sigue teniendo la esperanza de que su guion de 2010, Antelope Don’t Run Anymore, pueda trasladarse a la gran pantalla. También dejó caer el título de Snootworld, película animada en la que comenzó a trabajar hace dos décadas con Caroline Thompson (Pesadilla antes de Navidad y Eduardo Manostijeras).
“Pensé hace poco que quizá a alguien podía interesarle o podría respaldarlo, así que se lo presenté a Netflix hace unos meses pero lo rechazaron”, ha señalado en la entrevista. “Parece que hoy en día los cuentos de hadas antiguos se consideran una tontería. La gente no los quiere ver. Ahora vivimos en un mundo diferente y es más fácil decir no que decir sí”, ha añadido.