Las mejores películas de Agnès Varda: de ‘Caras y lugares’ a ‘La felicidad’

Con motivo de los ciclos organizados en torno a la cineasta, repasamos algunos de los títulos clave en su carrera

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Imagen de 'La felicidad', de Agnès Varda
Imagen de 'La felicidad', de Agnès Varda

Era solo cuestión de tiempo que comenzase a reivindicarse la figura de Agnès Varda, una de las mejores cineastas de Francia y una de las mejores directoras de cine de todos los tiempos. Su legado se ha ido fortaleciendo con los años y son muchas las jóvenes que han acogido a Varda como una referente feminista, intelectual y artístico. Sus películas, como su propia vida, están llenas de belleza, humor y una gran pasión por todo lo que rodea al ser humano.

Este verano va a ser el de Agnès Varda, porque no serán pocas las instituciones que aprovechen para rescatar algunas de sus películas en sendos ciclos en Madrid y Barcelona, pero tambiém en Valladolid, Valencia, Lleida, Vigo o Santiago de Compostela, entre otras. Además, coincidiendo con el ciclo, el CCCB (Centre de Cultura Contemporània de Barcelona) mostrará la exposición Agnès Varda. Fotografiar, filmar, reciclar, con la que empaparse de lleno de la filmografía. Mientras tanto, estos son algunos de los títulos a recomendar de la directora.

Cleo de 5 a 7 (1962)

Cléo de 5 a 7 es quizás la película más famosa de Varda. La trama sigue a Cléo (Corinne Marchand), una cantante que espera los resultados de una biopsia y deambula por París durante dos horas. El film captura en tiempo real la angustia existencial y la transformación de Cléo, abordando cuestiones de mortalidad y feminidad. La combinación de la narrativa lineal con la atmósfera de la ciudad y el estilo documental de Varda ofrece una experiencia cinematográfica profundamente introspectiva.

(FilmAffinity)
(FilmAffinity)

La felicidad (1965)

En La felicidad, Varda explora la complejidad de las relaciones humanas y los ideales de felicidad a través de la historia de un joven carpintero que, pese a estar felizmente casado, se enamora de otra mujer. La película se destaca por su uso audaz del color y la imagen, y por su tono aparentemente diáfano que contrasta con la profundidad de su reflexión sobre la infidelidad y la búsqueda de la felicidad.

Imagen de 'La felicidad'
Imagen de 'La felicidad'

Black Panthers (1968)

Este cortometraje documental, filmado en la ciudad de Oakland, California, durante una protesta en apoyo del líder de los Panteras Negras Huey Newton, ofrece una mirada incisiva a la lucha por los derechos civiles en Estados Unidos. Black Panthers es un poderoso testimonio de la solidaridad y resistencia de la comunidad afroamericana y destaca la habilidad de Varda para capturar el pulso social y político de su tiempo.

Imagen de 'Black Panthers'
Imagen de 'Black Panthers'

Una canta, la otra no (1977)

Una canta, la otra no es un relato feminista que sigue la vida de dos mujeres, Pomme y Suzanne, a lo largo de varios años. Varda aborda temas como la liberación femenina, el derecho al aborto y la amistad entre mujeres con una sensibilidad y un enfoque que resaltan la importancia de la autodefinición y la lucha por los derechos individuales. La película combina elementos narrativos con un estilo lírico y poético que es característico del trabajo de Varda.

Imagen de 'Una canta, la otra no'
Imagen de 'Una canta, la otra no'

Sin techo ni ley (1985)

Para los años 80 Agnès Varda ya era toda una institución del cine francés, y con Sin techo ni ley firmaría uno de sus trabajos más reconocidos. En ella se narra la historia de Mona (Sandrine Bonnaire), una joven vagabunda cuya vida es reconstruida a través de los testimonios de las personas que la conocieron de paso antes de su muerte. Esta obra ganó el León de Oro en el Festival de Venecia y es considerada uno de los trabajos más sólidos de Varda. La película destaca por su estructura no lineal y su capacidad para capturar la indiferencia y marginalización de la sociedad hacia los desposeídos.

Sandrine Bonnair en 'Sin techo ni ley'
Sandrine Bonnair en 'Sin techo ni ley'

Los espigadores y la espigadora (2000)

Pasaron quince años hasta la siguiente película a destacar de Varda, ya en plena etapa dedicad a los documentales, si bien fue un género que trabajó desde sus inicios. Con Los espigadores y la espigadora, Varda aborda el tema de los “recolectores”, personas que encuentran utilidad en lo que otros descartan. A través de un viaje por diferentes regiones de Francia, la cineasta examina la pobreza, el consumo y la sostenibilidad con una mirada humanista y poética. La película es un ensayo cinematográfico que mezcla humor, reflexión personal y crítica social, consolidando a Varda como una maestra del género documental.

Agnès Varda en 'Los espigadores y la espigadora'
Agnès Varda en 'Los espigadores y la espigadora'

Caras y lugares (2017)

Codirigida con el artista JR, Caras, lugares es una de las últimas grandes películas de Varda, al tiempo que una celebración de la vida y el arte en sus formas más simples y auténticas. Varda y JR recorren las aldeas francesas en un camión fotográfico, capturando imágenes y creando enormes murales en las fachadas de edificios. La película es una reflexión sobre la memoria, la mortalidad y la importancia de las conexiones humanas. Además, fue nominada al Oscar al Mejor Documental, subrayando la relevancia contemporánea de Varda incluso en sus últimos años.

Imagen de 'Caras, lugares'
Imagen de 'Caras, lugares'
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