En 2005 se publicó el segundo libro de Rebecca Godfrey, Under the Bridge, una investigación a modo de ‘true-crime’ en torno al asesinato de una niña de catorce años que fue encontraba muerta después de haber recibido una terrible y sádica paliza en la localidad de Saanich, en la Isla de Vancouver.
La autora, que había crecido en esa zona, se interesó en el caso como forma de acercarse a los jóvenes del momento, mediados de los años noventa, para saber si habían cambiado los modos de relacionarse entre ellos. Así, se topó con Reena Virk, una adolescente inadaptada de origen indio que procedía de una familia de unos principios muy rígidos y estrictos que practicaban los postulados de los Testigos de Jehová.
¿Qué le ocurrió a Reena Virk?
La joven, al parecer, se sentía sola dentro del nuevo entorno donde no terminaba de encajar y entró en contacto con un grupo de chicas desarraigadas procedentes de familias desestructuradas que jugaban a ser gángsters y cuyo ídolo era el capo de la mafia John Gotti. Y ahí comenzaría una historia entre la manipulación y el juego perverso hasta desembocar en una tragedia final que nadie hubiera podido imaginar y que desató el pánico moral en el seno de la sociedad. ¿Qué estaba pasando con los jóvenes de la Generación X, por qué parecían tener tanta rabia e insatisfacción acumulada en su interior, tanta violencia y autodestrucción?
La actriz y también directora Quinn Shephard leyó el libro de Godfrey y quiso adaptarlo, aunque con algunas modificaciones, eludiendo referencias negativas en torno a la víctima y cierto paternalismo hacia los asesinos.
El resultado es Under the Bridge: El asesinato de Reena Virk, miniserie de ocho episodios que se acaba de estrenar en Disney Plus+ que nos introduce en esta comunidad canadiense a través de un planteamiento poco común en los thrillers habituales ya que se encarga de incidir en los aspectos sociológicos, en los traumas de la comunidad y en la cerrazón moral de ciertos entornos, así como en la incomunicación generacional y el ‘angst’ adolescente.
Investigación a ritmo de música de los noventa
En ella, Riley Keough (Todos quieren a Daisy), encarna a la propia Rebecca Godfrey, que regresa a su casa para escribir un libro sobre las chicas problemáticas de la zona de Victoria. Allí se reencontrará con Cam (Lily Gladstone, la protagonista de Los asesinos de la luna, de Martin Scorsese), que ahora ejerce como policía y se encuentra liderando la investigación de la muerte de Reena (Vritika Gupta) y su relación con las ‘chicas malas’ de la zona, Josephine (Chloe Guidry), Kelly (Izzy G) y Dusty (Aiyana Goodfellow).
La serie está repleta de referencias a la cultura pop de los años noventa, así como igualmente se respira esa atmósfera de desaliento y tristeza congénita por la que se caracterizó parte de la década. Las protagonistas llevan camisetas de la marca Fiorucci, botas de Steven Madden y se escucha Nirvana, The Prodigy, Underworld, Sonic Youth, así como temas del rapero The Notorious B.I.G.