Madrid, 2 abr (EFE).- Luis Medina Cantalejo, presidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA), aseguró este miércoles que "la inacción no vale de nada" ante casos como el del árbitro Carlos del Cerro Grande, amenazado a través de una pancarta, y anunció medidas en forma de querellas y de pactos para proteger a los colegiados de España.
Después de reunirse con José Manuel Rodríguez Uribes, presidente del Consejo Superior de Deportes, Medina Cantalejo atendió a los medios de comunicación para analizar las futuras actuaciones del fútbol español ante acciones como la que sufrió Carlos del Cerro Grande en las inmediaciones del campo del Espanyol, donde aficionados radicales mostraron una pancarta con la cara del árbitro y una diana en su frente.
"La inacción no vale de nada. No podemos esperar a que ocurra algo y ya sea irremediable. Hemos hablado con el presidente (Rodríguez Uribes) y se ha acordado intentar crear un pacto de respeto al árbitro en el que todas las partes tengan cabida: El Consejo, LaLiga, la Federación, los clubes, las aficiones y los medios de comunicación para entre todos bajar el clima de violencia hacia los árbitros", dijo.
Medina Cantalejo agradeció a Rodríguez Uribes y al CSD su disponibilidad inmediata en cuanto su organización lanzó una comunicación para solicitar amparo tras "un grito de auxilio total por parte del arbitraje" por el hecho puntual que sufrió "en sus carnes" Del Cerro Grande.
"Hemos tenido un buen rato de conversación. Le he preparado un dossier con todas las cuestiones a tratar. Las intenciones son muy positivas. Primero, conocer lo que ha ocurrido. También saber lo que hemos hecho. Carlos ha presentado individualmente una querella y por nuestra parte, la Federación, se ha presentado otra. LaLiga creo que también lo ha hecho. Los árbitros no pueden permanecer indefensos cuando ocurren estas cuestiones", resaltó.
Además, indicó que los árbitros se intentan "abrir" para humanizar su figura a través de diferentes medidas e insistió que la intención es tomar medidas a corto plazo en forma de querellas y mandar un mensaje.
"Hemos pasado de víctimas a intentar crear algo positivo, algo nuevo. El problema no somos los directivos. Los árbitros profesionales tienen una protección de la policía y de todos los medios que difícilmente ocurra algo. Pero hay un boomerang hacia abajo, hacia las categorías inferiores, hacia árbitros y arbitras jóvenes que cualquier día sucederá algo. Están totalmente desprotegidos. Y aunque desde las federaciones territoriales se trata de hacer algo en este sentido, algo tenemos que hacer".
Como ejemplo, informó de que se intentará poner en práctica una idea propuesta por Rodríguez Uribes: crear un pacto de respeto con las organizaciones que tienen implicación en el fútbol "y poco a poco trabajar con un equipo para intentar un poco de cordura en un mundo de locura en los últimos años".
Preguntado por qué pensó cuando vio la pancarta con la amenaza hacia Del Cerro Grande, reconoció que pensó en el ex arbitro Javier Turienzo Álvarez, que, según recordó, apareció en un medio de comunicación con una diana en la cara.
"Nosotros nos pusimos en contacto con Carlos. Es un tío fuerte, como todos los árbitros. Está criado en el arbitraje desde los campos de tierra hasta lo máximo. Su mujer y su hijo no merecen esto. Le dimos nuestro apoyo, no solo de palabra e institucional, también con una querella. El Espanyol en este caso, inmediatamente me llamaron. Lanzaron un mensaje apoyo".
Por último, solicitó a los implicados en el mundo del fútbol que las reclamaciones, después de los partidos, "hay que cuidarlas mucho", y señaló que cuando los árbitros aciertan, no se resalta.
"Este fin de semana hemos tenido en mi ciudad un derbi (Betis-Sevilla) con una actuación de un arbitro (Mateu Busquets Ferrer) digna de resaltar. No he escuchado a nadie hablar de Mateu como un gran árbitro o una buena actuación. Ni Sevilla, ni Betis, ni nadie. Si hubiese pasado algo, habría un incendio en mi ciudad. Es una obligación de todos crear un clima más rebajado", concluyó. EFE