Santiago Carbone
Montevideo, 26 mar (EFE).- Una derrota frente a Argentina (1-0) en el clásico rioplatense y un empate ante Bolivia (0-0) marcaron la doble jornada de Uruguay en las eliminatorias sudamericanas del Mundial 2026, instancia a la que se acercó la Celeste y para la que la Albiceleste selló su boleto.
Si bien un punto de seis parece poco, el equipo de Marcelo Bielsa afrontó dos duelos complejos y cumplió con parte de su misión al conservar una buena diferencia de unidades sobre el equipo que ocupa el séptimo lugar y por el momento disputará el repechaje.
A falta de cuatro fechas y doce enteros para el final de las eliminatorias, Uruguay es tercero con 21 puntos, los mismos que acumulan Brasil y Paraguay. Más abajo aparecen Colombia (20), Venezuela (15), Bolivia (14), Perú (10) y Chile (9).
Más allá de los números, la doble jornada que finalizó este martes dejó buenas actuaciones, así como también situaciones que encendieron las alarmas.
En el primero de los dos partidos, Uruguay cayó por 0-1 frente a Argentina en la edición número 196 de uno de los clásicos sudamericanos y en el primero en más de 20 años que no tuvo sobre el campo de juego a Luis Suárez o Lionel Messi.
Un golazo de Thiago Almada a los 68 minutos le bajó el telón a un encuentro en el que la Celeste nunca pudo incomodar al portero Emiliano Martínez.
Aunque en los primeros minutos Federico Valverde, Rodrigo Bentancur y Giorgian de Arrascaeta se adueñaron del balón y Uruguay hizo retroceder muchos metros a su rival, lo cierto es que nunca le generó peligro a la defensa adversaria.
En ese sentido, Marcelo Bielsa apuntó en la conferencia de prensa tras la derrota que lo más negativo fue la falta de peligrosidad de un once que tuvo como figura al centrocampista del Tottenham Hotspur.
"Lo negativo es la falta de peligrosidad, que se hizo evidente. Los momentos que tuvimos dominio no logramos traducir el dominio en situaciones de peligro", dijo el técnico argentino.
Añadió que en el comienzo la Celeste jugó "de acuerdo a lo que el equipo es capaz" y, por ello, subrayó como positiva la media hora inicial.
En el segundo tiempo, el campeón del mundo dominó de principio a fin con una gran actuación de Julián Álvarez y se llevó los tres puntos ante un rival que en la primera ronda de partidos lo había vencido por 0-2 en Buenos Aires.
Tras ese partido llegó el momento de pensar en el juego en Bolivia, selección que hasta ese momento había conseguido en casa diez puntos de quince posibles.
"Ya sabemos que jugar ya no es en La Paz, sino por encima de los 4.000 metros, siempre aumenta la dificultad de un enfrentamiento", apuntó el director técnico sobre el partido en el Estadio Municipal de El Alto.
Y adelantó que seguramente haría cambios en el once para afrontar un juego que imaginaba con "la limitante" que la altura significa en el rendimiento físico de los futbolistas.
Finalmente, Guillermo Varela, Sebastián Cáceres, Manuel Ugarte, Christian Olivera, Federico Viñas y Rodrigo Aguirre se metieron en un equipo en el que Fede Valverde y Ronald Araujo pasaron al banco de suplentes.
En la altura y, pese a los problemas que los jugadores fueron mostrando a lo largo del encuentro, Uruguay respondió y cosechó un importante punto con otra gran actuación de Sergio Rochet.
El número 1 le puso candado a su portería en un juego en el que el local remató en siete ocasiones a portería y en el que levantó 16 saques de esquina.
De esta forma, con grandes actuaciones de Rochet y Bentancur, la vuelta de Federico Viñas y dos encuentros menos por disputarse, la Celeste sumó otro punto, quedó en el tercer lugar, conservó una buena distancia respecto de los que por ahora se quedan afuera y está cerca de su quinto Mundial consecutivo.
Paraguay en Asunción y Venezuela en el histórico Centenario de Montevideo serán los próximos rivales en junio. EFE