Naiare Rodríguez Pérez
Zaragoza, 23 mar (EFE).- La escritora Reyes Calderón considera que ante la ley "no hay ciudadanos de clase turista y de ciudadanos de clase business" a pesar de que siempre ha habido clases y diferencias entre unos y otros.
La novelista, nacida en Valladolid en 1961, ha presentado 'Los crímenes del caviar' en Zaragoza, donde ha reconocido en una entrevista a EFE que "probablemente" no nos enteremos de algunas cosas que ocurren en el mundo porque nadie nos lo va a contar, ya que los medios están "en pocas manos que tienen también sus intereses".
PREGUNTA: ¿Qué hace tan inquietante la idea de un club exclusivo, del Club del Caviar?
RESPUESTA: A todos los que no pertenecemos a esas élites nos entra muchísima curiosidad por saber qué diferencia hay entre la gente de a pie y esos clubs tan excepcionales. Saber qué hace falta para entrar en algo que probablemente no tengamos nunca.
P: ¿Cuánta realidad hay en la historia de ‘Los crímenes del caviar’?
R: Todo es ficción, excepto el lugar, pero está inspirado en la verosimilitud de lo que podría ocurrir. Yo creo que sí es posible. La realidad supera a la ficción, pero en general los lectores se ponen en posición de que lo que leen pudiera ocurrir o estuviera ocurriendo. Siempre ha habido clases y diferencias entre unos y otros, pero lo que no aceptaríamos ninguno es que la justicia no nos tratara por igual. No es concebible que a un criminal con la cartera más llena se le tratara de manera diferente a un criminal con la cartera vacía. Eso nos chocaría más.
P: ¿Qué papel juega la justicia en su novela?
R: Un papel importante precisamente por esa impunidad o esa sensación de impunidad que pueden tener algunas personas que lo tienen todo. Si yo tengo poder, tengo dinero, tengo contactos... ¿quién me va a venir a toser a mí?. Pero ante la ley no hay ciudadanos de clase turista y ciudadanos de clase business. Todos estamos, o deberíamos estar, al mismo nivel ante la ley. Por eso la justicia es muy importante, sobre todo, en esas situaciones en las que el resto de los poderes pueden tener sus amigos.
En el ejecutivo, por ejemplo, puede ser que sean amigos, que seas amigo de no sé quién o que tengas una relación con otra persona. Eso en la justicia no debería pasar y esa es la garantía que tenemos.
P: ¿De dónde nace esta historia y la relación entre el comandante Iturri y la juez MacHor?
R: Tenía mucho interés en saber si había alguna correlación entre el tamaño de la cartera y la criminalidad. Es decir, si las personas que están en unas élites de poder o de economía no delinquen o, si delinquen, si lo hacen de una manera diferente a los que tienen la cartera vacía.
Eso fue lo que me movió a escribir esta historia y a buscar un sitio en donde las circunstancias se pudieran verificar. Ahí surgió Sotogrande, que es la mayor urbanización privada de Cádiz y es la más segura de Europa.
P: ¿Diría que el elitismo y el secretismo de ciertos grupos pueden ser más peligrosos que el crimen organizado?
R: Creo que todo lo que no se sabe y lo que puede pasar por encima de la ley es mucho más peligroso, sobre todo, porque ni siquiera sabemos que estamos gobernados por personas a las que no vemos.
P: Sin embargo, estamos en la era de la información, ¿siguen existiendo secretos imposibles?
R: Nos enteramos de todo lo que quieren que nos enteremos y probablemente no nos enteremos de algunas cosas porque nadie nos lo va a contar. Los medios de comunicación están en pocas manos y esas pocas manos tienen también sus intereses económicos. Hay cosas que no vamos a saber salvo por casualidad o porque algún periodista de investigación se entere de algo. Pero estoy convencida de que encima de las personas que creemos que dominan el mundo, tipo Trump, hay algunas que no vemos y que verdaderamente son las que dominan el mundo.
P: ¿Con qué idea le gustaría que se quedaran los lectores?
R: Me gustaría que nos quedáramos con la idea de que para la justicia todos somos iguales. EFE
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