Javier Picazo Feliú
Madrid, 22 mar (EFE).- ‘Contrapaso' fue una de las novelas gráficas más sorprendentes de los últimos años con su fórmula de thriller y denuncia social en la España de la posguerra. Ahora, su autora Teresa Valero publica una esperada segunda parte en la retoma un universo oscuro marcado por la censura, la violencia, la especulación inmobiliaria y la lucha por sobrevivir al recuerdo de la guerra.
“Contrapaso. Mayores, con reparos” (Norma Editorial) nos sitúa de nuevo en Madrid, esta vez en 1956, apenas unos años más tarde de la primera entrega, en una sociedad en ciernes que lucha por salir de las cenizas de la guerra, atrapada por la opresión del régimen, el auge del cine con la llegada de las grandes producciones estadounidenses, la corrupción y el crimen como principales telones de fondo.
El retorcido asesinato de un censor en la butaca de un cine, será el punto de arranque para que los periodistas de “El Capital” León Lenoir, Emilio Sanz y Paloma Ríos, protagonistas ya desde el primer volumen, retomen la investigación de éste y otros asuntos turbios dentro de las esferas de poder franquista.
“Los lectores se van a encontrar más de la vida de los personajes. Retomamos la acción donde la dejamos, con casos policiales independientes y más reflejo de la España de los años 50 (...) Todo ese impacto sobre una población que todavía está intentando sobrevivir al recuerdo de la guerra”, destaca la autora en una entrevista con EFE.
El guión de esta segunda entrega mantiene el suspense y la tensión, la denuncia social, el drama y el humor de la primera parte, mientras termina un puzzle lleno de detalles en los que los personajes van desgranando su vida más íntima y surgen nuevas pistas sobre el asesino en serie que mantiene en vilo la historia.
Una novela sobresaliente, divertida y reflexiva en la que se nota un trabajo de investigación y documentación excelso, y en la que tanto el dibujo como la narrativa son fruto de una labor llevada con mimo de manera extraordinaria. Un segundo volumen en el que la viñeta vuelve a atrapar al lector en su insuperable mundo fotográfico.
“¡El cómic lleva tal cantidad de trabajo! Y ‘Contrapaso’ en particular, porque tiene una labor de documentación enormísima, tanto para escribir el guión como para dibujar cada viñeta. Te tienes que documentar sobre cómo eran los coches, los zapatos, los abrigos,.. todo. Cada cosa la tienes que ir a verificar”, destaca Valero.
La ambientación es sublime, el ritmo frenético y el dibujo realista con un detalle extremo. Muy visual y cinematográfico. La elección del género, un thriller social, triunfó desde el primer instante al ser una narrativa que siempre mantiene el interés, aunque desvela que es siempre complicada: “El thiller triunfa por la curiosidad. Querer saber quién ha hecho el asesinato. Quieres saber quién y por qué”.
Valero (Madrid, 1969) denuncia en sus obras la violencia de género, el machismo y la desigualdad: “La dictadura tuvo un efecto terrible sobre las mujeres. Todos los avances que se habían hecho durante la República se vieron paradísimos. Las mujeres siempre somos un poco moneda de cambio, como pasa también con la sexualidad no normativa, que amenaza la hegemonía patriarcal y te devuelven otra vez a la casilla de partida”.
A pesar de trabajar en un mundo, el del cómic, con predominancia de hombres, siente que algo está cambiando: “Yo he tenido una suerte tremenda, lo que no significa que no haya tenido algunas situaciones de sexismo”.
“Antes en los cómics había una ausencia flagrante de voces femeninas (...) Pero ahora me congratulo un montón de la presencia femenina que hay en los cómics. Han cambiado su manera de comunicar, en los 80 y los 90 eran vehículos para el público masculino”, añade.
Valero concibe su obra como una trilogía con la espera cerrar una historia que ha superado sus expectativas: “Creo que nadie lo esperaba. Ha sido una gran satisfacción”. En este sentido, la primera parte “Contrapaso.Los hijos de los otros” (2021) fue galardonada con el premio al mejor cómic del año en la XXI Edición de los Premios de la Crítica de Dolmen Editorial y en los Premios Zona Cómic.
Para la tercera y última parte, que espera publicar en un máximo de par de años, resolverá la identidad del asesino en serie que marca toda su obra y mostrará con detalle la España rural previa a la transición.
“Vamos a resolver el caso grande, el del ‘serial killer’ y quiero que sea un libro que hable de de cómo era la España rural entonces y de cómo había sido la guerra en los en los pueblos pequeños, toda la represión de la retaguardia (...) y quería que se hablar de cómo era la vida de las de las mujeres entonces, de todo el peso que se llevaba en los pueblos”, afirma.
Para el futuro, tiene claro que le haría ilusión que la trilogía de ‘Contrapaso’ cerrara una etapa y poder sacar del cajón alguna historia que tiene guardada: “Tengo un Western, también una historia intimista de dos mujeres de mi familia que en algún momento me gustaría contar, también otra una basada en varios profesores que yo tuve”, concluye. EFE
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