San Roque (Cádiz), 21 mar (EFE).- La "fábrica de sueños" del historietista Carlos Pacheco, el lugar donde sus lápices dieron vida a Superman, Linterna Verde o Los Vengadores, y unas cuatrocientas de sus obras originales forman parte de un espacio que su localidad natal, San Roque (Cádiz), abre ahora al público para difundir el legado del legendario dibujante.
El Centro de Arte Contemporáneo de San Roque se abre este viernes como espacio dedicado al dibujante que abrió las puertas de la industria del cómic de superhéroes de Estados Unidos a otros artistas españoles y que se ha propuesto como objetivo conservar y difundir su legado.
Carlos Pacheco conoció, antes de morir el 9 de noviembre de 2022 a consecuencia de la ELA, este proyecto que le propuso el alcalde, Juan Carlos Ruiz Boix, e incluso que se ubicaría en la sede reformada del antiguo Ayuntamiento, convertida en centro cultural, un espacio que está "a un minuto" de la que fue su casa, según ha relatado a EFE su hijo, Alex Pacheco.
Tras su fallecimiento su hijo ha cedido unas 400 obras originales y otros efectos, como las piezas de su estudio, para dar contenido a este espacio, que es "un homenaje a su trayectoria", desde dibujos que hizo de niño hasta los últimos trabajos de un historietista que llegó a trabajar para los más grandes del cómic, como Marvel y DC, y que no se despegó del lápiz hasta que la enfermedad se lo impidió.
"Todo el espíritu del espacio gira en torno a una frase: 'Cuando los sueños se hacen realidad', porque la historia de Carlos Pacheco es la de un niño de San Roque que leía con una voracidad absoluta cómics, que primero soñó con ser un personaje de cómic y después un dibujante de cómic y lo consiguió", hasta llegar a la cima del género, explica a EFE Emilio Gonzalo, comisario de la muestra.
Un recorrido por la biografía del dibujante, que recibió a título póstumo la Medallas de Oro al Mérito en las Bellas Artes en 2023, una recreación del estudio de su casa (con los elementos originales) y una selección de unas 90 de sus obras originales, los dibujos a lápiz que acabarían en las ediciones de cómic, forman parte de este espacio que tiene la intención de renovar su contenido cada cierto tiempo.
Tres de sus grandes amigos y, como él, grandes profesionales del cómic, ofrecen al visitante su perspectiva de Carlos Pacheco: su guionista Rafa Marín, con el que trabajó en "Los cuatro fantásticos"; Jesús Merina, su entintador en "Arrowsmith", su última y la más personal de sus obras, y Carlos Giménez, autor de "Paracuellos".
Con formación como biólogo, Pacheco fue un autodidacta que aprendió de niño leyendo de forma muy analítica cómics, especialmente los autores de superhéroes de los 60 y 70, explica el comisario.
Alex Pacheco presume de que su padre sí ha sido profeta en su tierra, donde desarrolló un trabajo que llegó tan lejos.
"Él no consideraba trabajo su trabajo. Decía que él no celebraba su trabajo, como un cartero no celebra el reparto de sus cartas. Lo veía como algo que tenia que hacer. Mi padre llegaba tarde a recogerme al colegio porque hasta se le olvidaba que tenía un hijo cuando estaba dibujando. Cuando lo hacía no lo sacabas de la silla del estudio ni con agua caliente", cuenta su hijo, que asegura que siempre estuvo "muy agradecido de la vida ha tenido". EFE
(foto) (vídeo)