Madrid, 21 mar (EFE).- España figura entre los países europeos con mayor superficie forestal, con más de un 50 % de territorio con bosques, pero "falta gestión sostenible" que permita mantener estos ecosistemas y rentabilizarlos económicamente, según afirman especialistas consultados por EFE con motivo del Día Internacional de los Bosques que se conmemora este viernes.
"El 40 % de la biomasa acumulada en el país está sin gestionar", denuncia Marta Corella, directora de Bioeconomía y Desarrollo Rural de Comercio para el Desarrollo (Copade).
Y ese exceso de biomasa no sólo "aumenta el riesgo de incendios incontrolables" sino que representa "una oportunidad perdida" para el aprovechamiento de unos recursos que podrían redundar en el bienestar de las comunidades rurales, muchas de ellas "afectadas por el abandono y el desconocimiento generalizado sobre políticas de gestión", dice.
La jornada se conmemora con el lema 'Bosques y Alimentos' bajo los auspicios de la Organización de las Naciones Unidas, cuyos informes certifican que los bosques cubren casi un tercio del planeta y albergan más del 80 % de la biodiversidad.
Según la ONU, la mayoría de la humanidad, más de 5.000 millones de personas, sigue utilizando sistemáticamente productos forestales y más de 2.000 millones dependen directamente de la madera y otros combustibles tradicionales para cocinar, principalmente en los hogares de los países en desarrollo.
Sin embargo, la gestión forestal se enfrenta a una "percepción común", aunque errada, y es que la explotación de los bosques es la principal causa de la deforestación: no es así, aclara Corella, puesto que la madera "sólo representa el 8 % del total" y "también son responsables otros sectores como la agricultura, con productos como el caucho, el cacao o el café y la ganadería extensiva".
No todos los bosques son iguales, añade esta especialista, quien advierte de que, ante amenazas como la del cambio climático, "los bosques envejecidos secuestran menos carbono que los jóvenes, lo que reduce su capacidad de mitigar su impacto".
Este es un ejemplo de la necesidad de una buena gestión forestal, para "equilibrar la preservación de bosques maduros con la regeneración de otros" y que permita además generar empleo y fomentar el desarrollo local, "especialmente para mujeres y jóvenes".
En este sentido, destaca la iniciativa ‘Bosque Innova’, un proyecto apoyado por la Fundación Biodiversidad que busca "empoderar a los municipios rurales en la gestión forestal", ya que “están más familiarizados con el entorno”.
Entre otros beneficios, los bosques "son esenciales para nuestra salud, ya que proporcionan servicios ecosistémicos vitales como agua y sombra", explica José Antonio Atauri Mezquida, coordinador del proyecto LIFE RedBosques_Clima de Europarc España.
Este proyecto ha desarrollado un "indice de vulnerabilidad" para evaluar la resiliencia de los bosques ante la sequía, identificando factores como "la densidad excesiva, la falta de biodiversidad o la uniformidad en la edad de los árboles" para aplicar medidas correctivas en tres zonas piloto designadas: el Parque Natural Els Ports en Tarragona, el Parque Natural de la Sierra Norte en Guadalajara y tres áreas en la Comunidad Valenciana.
La primera es un área de regeneración natural con densidades muy altas y las otras dos son repoblaciones de los años 70 del siglo XX que "no han sido gestionadas desde entonces".
El proyecto aspira a mejorar su estado mediante la diversificación del entorno, la reducción en la homogeneidad de grandes extensiones de una sola especie y el fomento de "un mosaico de zonas abiertas y distintas variedades de árboles", para mejorar su resistencia a la sequía, incendios y plagas.
En algunos casos, la mejor solución es no intervenir, como en bosques maduros que llevan 200 años sin tocarse", reconoce Atauri Mezquida, pero en el caso de repoblaciones "es imprescindible gestionar activamente para estabilizar el ecosistema". EFE