Madrid, 20 mar (EFE).- Un total de 454 presos que disfrutaban de su permiso penitenciario no regresaron a la cárcel en 2024, un 0,44 % menos que en 2023, cuando la cifra fue de 456, la más alta de los últimos cuatro años, mientras que las únicas fugas de internos que se produjeron el año pasado fueron las de dos reclusos del centro de Picassent el pasado 22 de diciembre.
Así consta en una respuesta del Gobierno a una pregunta escrita formulada por los diputados del PP Ana Vázquez y Fernando de Rosa, en la que se especifican los datos de los reos que no han vuelto a la cárcel después de un permiso penitenciario desde 2019 hasta 2024 y también de aquellos presos que se fugaron desde dentro en el mismo periodo.
En ese sentido, sólo la pandemia pudo frenar una tendencia ascendente desde 2019, cuando fueron 368 las personas que no volvieron a la cárcel mientras disfrutaban el permiso.
Ya en 2020 fueron 269, un 27 % menos que el ejercicio anterior, pero la cifra volvió a repuntar consecutivamente en 2021, cuando fueron 376, un 29 % más que el año precedente, y en 2022, un año en el que hubo 435, un 24 % más que en 2021.
Sin embargo, en lo que respecta a las fugas de las cárceles por parte de internos, el año de la pandemia fue el que más registró de los últimos cuatro. Mientras que en 2019 no se produjo ninguna, en 2020 hubo tres. En 2021 tampoco se fugó ningún preso, mientras que en 2022 se registraron dos escapes, y en 2023 sólo uno.
El pasado 22 de diciembre de 2024 se produjeron las dos únicas fugas del año: dos reclusos del centro penitenciario de Picassent (Valencia) que lograron escapar de noche y que fueron arrestados en febrero y marzo por la Policía Nacional y la Guardia Civil. EFE
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