Madrid, 20 mar (EFE).- La Sociedad Española de Epidemiología (SEE) y la Fundación de la Unidad de Investigación en Tuberculosis (fuiTB) han hecho un llamamiento a repensar las estrategias actuales para el control de la tuberculosis, una enfermedad de la que están aumentando los casos en todo el mundo, también en España.
En el marco del Día Mundial de la Tuberculosis que se celebra cada 24 de marzo, ambas entidades han mostrado su preocupación por el avance de esta enfermedad, cuya incidencia en España fue en 2023 de 8,2 por 100.000 habitantes, un 11,4 % más que en 2021, según los datos de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica.
Por comunidades, las mayores cifras se dieron en Cataluña (12,3), Galicia (11,2) y País Vasco (10,9).
Aún no se dispone de datos de 2024, pero los informes preliminares en Barcelona, Madrid y Sevilla apuntan a que continuó este incremento iniciado en 2022, con un cambio de tendencia de la complejidad social de los casos.
En este sentido, tanto la SEE como fuiTB apelan a la necesidad de contar con la información definitiva “lo antes posible” para completar y profundizar en el análisis de la situación.
Por ejemplo, en Sevilla se ha objetivado "un claro ascenso a partir de 2022" en el que han confluido factores como el bajo nivel socioeconómico, problemas de salud mental, consumo excesivo de alcohol y de drogas, además de estar en situación de sinhogarismo.
En Cataluña, "como posiblemente ocurre también en otras comunidades", se ha observado recientemente un brote en el que a partir de un caso complejo socialmente y con muy mala adherencia al tratamiento, se originaron 25 casos secundarios.
"Por estos motivos es importante poner el foco en las condiciones sociales y las autoridades de salud pública deben asegurar siempre el cumplimiento del tratamiento de pacientes con lesiones pulmonares y gran capacidad de transmisión, incluido el aislamiento obligatorio en situaciones excepcionales", urgen.
Así, reclaman poner atención en el deterioro de las condiciones sociales de los grupos en situación de vulnerabilidad, la escasa conciencia sobre el problema y la insuficiencia de medios de los programas de prevención y control.
Todo ello obliga "a reconsiderar las estrategias" puestas en marcha para controlar esta enfermedad y tratar de revertir la situación con una "actuación decidida" para mejorar la prevención, el diagnóstico, el cumplimiento del tratamiento y la atención a las desigualdades sociales, para lo que la tuberculosis "debe ocupar un lugar prioritario en la agenda de las políticas sanitarias y sociales".
La OMS cifra en 10,8 millones los casos diagnosticados en 2023 frente a los 10,7 millones de un año antes, y en 1,25 millones los fallecimientos, el doble que los ocasionados por el VIH/SIDA.
De ahí que los expertos llamen a mejorar los estudios de contactos y los programas de cumplimiento del tratamiento con supervisión u observación directa para pacientes que puedan presentar dificultades de adherencia.
Además, dado que existe gran variabilidad entre comunidades, "ante la situación de posible resurgencia debería garantizarse el cumplimiento de unos estándares mínimos", subrayan. EFE