Huelva, 20 mar (EFE).- Ruth Ortiz, la madre de los dos niños de 2 y 6 años asesinados por su marido, José Bretón, en Córdoba en octubre de 2011, ha señalado este jueves que "no podemos, de ninguna manera ni forma, dar voz a los asesinos para que puedan faltar al honor, a la intimidad y a la imagen de las víctimas, ni revictimizarlas".
Lo ha hecho en una carta remitida a los medios de comunicación, en la que ha agradecido a todos los que han ayudado a que se paralice, por el momento, la publicación de un libro que recoge testimonios del parricida tras años de misivas entre él y el escritor y en las que habría confesado el crimen.
"Agradecimiento al Servicio de Atención a las Víctimas de Córdoba, por atender a mi solicitud de ayuda, auxilio y amparo. Me acogieron, atendieron y apoyaron durante el juicio por el asesinato de mis hijos en 2013 y me han vuelto a ayudar y apoyar en esta nueva batalla. ¡Gracias!", ha escrito.
También ha dado las gracias a la Fiscal Delegada Sección Víctimas de Delito de Córdoba por "actuar tan rápido en defensa de mis dos hijos asesinados", al Fiscal Jefe de Córdoba y a la Fiscal Jefe de la Fiscalía Provincial de Barcelona.
A esta lista de agradecimientos suma el Servicio de Atención a las Víctimas de Huelva y al Fiscal de Huelva por estar en contacto y en coordinación con Córdoba y su abogada de Córdoba.
"Cuando una mujer pide ayuda, una madre pide ayuda, es porque de verdad la necesita", ha escrito Ruth Ortiz, que ha subrayado: "no podemos, de ninguna manera ni forma, dar voz a los asesinos para que puedan faltar al honor, a la intimidad y a la imagen de las víctimas, ni para que puedan revictimizarlas".
Ha considerado que "si no está bien regulado, tendrá que regularse correctamente, y si está regulado y no se cumple, se tiene que cumplir y hacer cumplir".
El 8 de octubre de 2011 José Bretón asesinaba en la finca de Las Quemadillas de Córdoba a sus hijos Ruth y José, un crimen por el que actualmente permanece recluido en la cárcel de máxima seguridad Herrera de la Mancha (Ciudad Real) donde cumple una condena total de 25 años, a pesar de ser sentenciado a 40. EFE
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