Málaga, 20 mar (EFE).- La cineasta barcelonesa Ingride Santos ha llevado al mundo de la música urbana, en concreto de las batallas de rap, su debut en el largometraje, 'Ruido', que ha presentado este jueves en la sección oficial a concurso del 28 Festival de Málaga.
"En mi cortometraje anterior ('Beef') ya exploré la música urbana, en ese caso el trap, y a través de ahí llegué a las batallas de gallos y el 'freestyle' en Sants, donde los fines de semana se reúnen doscientos o trescientos jóvenes. Me parecía como teatro griego, y pensé que esto debería salir en una película", ha explicado Santos.
En ese acercamiento al mundillo de esta música también conoció a quien interpreta a la protagonista, la rapera Latifa Drame, con raíces familiares en Mali.
"Vi a Lati rapear, es lo que me dio la pulsión, y a partir de ahí empecé a construir el artificio de esta bonita mentira", ha señalado la directora, que cree que en la película "se ve que hay mucho talento en el 'freestyle', y todos los que aparecen están realmente en ese movimiento, para retratar ese contexto".
Durante el proyecto tuvo "la filosofía de incorporar a la película lo que fuera ocurriendo en el rodaje, como ocurre en el rap", según Santos, que sobre el paso al largometraje ha reconocido que no sabía "cómo iba a aguantar cuatro semanas seguidas rodando", pero finalmente ha sido una experiencia positiva.
El montaje ha sido también "muy 'freestyle' y muy rápido", porque quería "que bebiera de la calle, de ese dinamismo y de ese espíritu de una batalla de toma y daca, con saltos de la subtrama a la trama principal".
Latifa Drame ha admitido que nunca se imaginó trabajar en una película. "Hemos aprendido un montón, y esto nos ha abierto una ventana. Quiero hacer cine, pero también seguir haciendo música".
También procede de la música la otra protagonista, Judith Álvarez. "No había pensado ser actriz, pero Ingride me vio en un concierto y me ofreció un casting. Pasó todo muy rápido y me vi envuelta en un bucle".
La madre de Latifa es interpretada en la pantalla por Asaari Bibang, que sí había tenido experiencias previas en el cine, aunque ahora regresa tras una prolongada ausencia.
"Llevaba catorce años sin hacer una película. Este personaje no tenía que ver con nada que hubiera hecho antes, y estaba libre de prejuicios, de carga racial y de un imaginario. Tenía la oportunidad de crearla desde cero y de salir de ese encasillamiento", ha afirmado Bibang. EFE
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