Palma, 18 mar (EFE).- 27 migrantes somalíes que se lanzaron al mar a mediados de febrero desde Argelia para intentar llegar a Baleares a bordo de dos pateras están desaparecidos desde entonces, según fuentes de la investigación, mientras se produce un goteo de hallazgos de cuerpos sin vida en las costas de las islas.
El último cadáver, en avanzado estado de descomposición y al parecer de un varón, ha sido encontrado en la tarde de este lunes en la mallorquina Cala Mesquida (Capdepera), con un chaleco salvavidas naranja y ningún tipo de documentación.
Sobre las 17:30 se informó del hallazgo de un cuerpo en la playa y a las 19:45 se procedió al levantamiento del cadáver. Esta mañana se le ha practicado la autopsia y se han tomado muestras de ADN.
Es un hallazgo similar al de otros cadáveres arrojados por el mar a las costas de Mallorca y las Pitiusas en las últimas semanas, como el de este mismo lunes en la Playa de Palma, donde se encontró el cuerpo en descomposición de otra persona.
Fuentes de la investigación apuntan a que se trata de restos de los migrantes somalíes desaparecidos a mediados de febrero tras partir de la costa de Argelia en dos pateras.
La primera de ellas zarpó de Aïn Taya el 17 de febrero con 24 personas a bordo. 19 fueron rescatadas en aguas de Ibiza por Salvamento Marítimo y la Guardia Civil.
Los cuerpos de los cinco desaparecidos, cuatro hombres y una mujer, fueron hallados en días posteriores.
La segunda de las embarcaciones partió de la ciudad argelina de Bumerdés tres días después, el 20 de febrero. En ella viajaban 18 hombres y 4 mujeres somalíes, en paradero desconocido desde entonces.
Además de los cadáveres de los cinco náufragos de la patera que llegó a Ibiza, en las últimas semanas se han encontrado en las costas de Baleares, en siete ocasiones, restos de personas en avanzado estado de descomposición, en algunos casos tan solo algunos huesos, como el pie hallado este sábado en la playa de Can Pastilla de Palma.
Fuentes de la investigación creen que estos restos pueden pertenecer a los migrantes, de cuya desaparición tienen constancia gracias a las denuncias de familiares y amigos en redes sociales.
La dificultad para identificarlos a través de huellas y para confirmar la hipótesis por cualquier otro medio fehaciente es muy grande dado el escaso contacto diplomático entre España y Somalia.
Mientras que cuando se producen naufragios de argelinos enseguida hay colaboración y contacto, con subsaharianos de países como Somalia es más complicado, según las citadas fuentes.
En enero y febrero llegaron al litoral balear 40 pateras con al menos 823 migrantes, un 162 % más que en los dos primeros meses del año pasado. EFE