Madrid, 15 mar (EFECOM).- Los mercados bursátiles experimentan una corrección y se preparan para una economía que se ralentiza ante la política arancelaria impulsada por el presidente de EE.UU., Donald Trump, que presiona a los mercados y lastra la confianza de los inversores.
Tras un comienzo de año positivo, que recibió un mayor impulso tras la llegada de Trump a la Casa Blanca, los mercados mundiales varían el rumbo ante unas amenazas arancelarias en aumento, que causan temor ante un deterioro de la economía estadounidense que mina la confianza en el consumo.
Los economistas elevan la posibilidad del riesgo de recesión en EE.UU., reducen las posibilidades de crecimiento y aumentan las expectativas de inflación en EE.UU.
En lo que va de año, todas las bolsas europeas registran alzas, siendo las más destacadas las de Milán y Madrid, superiores al 12 %; seguidas de París, de cerca del 9 %; y Londres, de más del 5 %; mientras que el Euro Stoxx50, índice en el que cotizan las empresas de mayor capitalización de Europa, también sube más del 10 % desde enero.
La presidencia de Trump ha cambiado las reglas de juego con una situación geopolítica que se redefine con su política proteccionista, la confrontación con China y la UE por los aranceles, y el proceso de paz en Ucrania, a lo que se une el gran endeudamiento de EE.UU. y un déficit fiscal descontrolado.
Los líderes de la UE han acordado multiplicar el gasto en seguridad y defensa para rearmar Europa.
El analista bursátil Pablo Gil ha advertido de que, durante el primer mandato de Trump se preveía que, en caso de descalabro de la bolsa, intervendría rápidamente, sin embargo ahora se empieza a dudar si lo haría.
Muchos analistas, entre ellos el de Next Finance, Víctor Alvargónzález, creen que lo que realmente Trump quiere con su política arancelaria es "asustar" y "conseguir acuerdos beneficiosos" para EE.UU., ya que EE.UU. considera que compra más fuera de lo que vende al exterior.
El director de Inversiones de Renta Variable de Federated Hermes, Stephen Auth, opina que las perspectivas para los mercados mundiales son positivas para los próximos dos o tres años, pero a corto plazo prevé cierta volatilidad.
La Reserva Federal (Fed) estadounidense mira de cerca los datos de inflación para su política monetaria y así lo volverá a hacer en su reunión sobre tipos del miércoles 19, tras haberlos pausado por el momento.
En Europa, los mercados han recibido impulso en las últimas horas tras al acuerdo de la Unión Cristianodemócrata (CDU) y el Partido Socialdemócrata (SPD) con Los Verdes para reformar la Constitución alemana y hacer posible el aumento del gasto en defensa y crear un fondo especial de 500.000 millones de euros.
Alemania pretende así reformar el freno de la deuda con el objetivo de impulsar su crecimiento económico.
Ante esta perspectiva, se produce un aumento de la rentabilidad de los bonos, que ha llevado al español con vencimiento a diez años a subir hasta más del 3,5 %, mientras que el alemán se encuentra en el entorno del 2,9 %.
El oro, considerado activo refugio en tiempos de incertidumbre, ha experimentado una ola alcista, que ha llevado a la onza a alcanzar un máximo histórico, al situarse en los 3.000 dólares, beneficiado por la compra de los bancos centrales que se protegen así ante el temor a una recesión.
El buen dato de inflación en EE.UU., también ha impulsado las compras en el petróleo, lo que ha situado el precio del barril de Brent, el de referencia en Europa, en el entorno de los 70 dólares; y el de EE.UU., el West Texas Intermediate (WTI), en los 67.
En cuanto al mercado de divisas, el euro se mantiene fuerte frente al dólar, en 1,09 unidades.
El bitcóin, lejos de los máximos que llegó a alcanzar el pasado 20 de enero, de 109.241 dólares, se mantiene ahora en la barrera de los 83.000 dólares.EFECOM