El Barça más imprevisible vuelve a aspirar a todo en la Copa

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Barcelona, 11 feb (EFE).- El Barça, acostumbrado a partir como uno de los grandes favoritos para ganar la Copa del Rey, llega a la presente edición en entredicho tras medio curso marcado por las lesiones y la irregularidad, pero con un plantel talentoso que aspira a reconquistar un título que se le resiste desde 2022.

Corren tiempos convulsos en la entidad azulgrana, que el pasado verano cambió de entrenador por segundo año consecutivo y contrató a Joan Peñarroya. Más experimentado que el destituido Roger Grimau, el egarense asumió el reto más importante de su carrera, tras no haber logrado replicar en Valencia y Vitoria sus éxitos en Burgos.

El relevo en el banquillo vino acompañado por una renovación en la plantilla con las salidas de los bases Rokas Jokubaitis y Ricky Rubio, de los aleros Nikola Kalinic y Oriol Paulí, del ala-pívot Oscar Da Silva y del pívot James Nnaji (cedido al Bàsquet Girona).

Por contra, el Barça fichó a uno de los anotadores más fiables de Europa, el escolta Kevin Punter, así como al prometedor base Juan Núñez, y a tres perfiles que debían subir el listón físico de la plantilla: el alero Justin Anderson, el ala-pívot Chimezie Metu y el pívot Youssoupha Fall.

Todos ellos se sumaron al núcleo de la plantilla, que mantenía a la mayoría de sus teóricos referentes, y el equipo, pese a perder la Supercopa, empezó el curso de forma prometedora con cinco victorias en los siguientes siete partidos, pero el rumbo se truncó cuando el base Nico Laprovittola sufrió en octubre una grave lesión de rodilla que terminó con su temporada.

La baja del argentino abrió una laguna en la dirección del juego que el Barça no ha subsanado tras dos operaciones fallidas: fichó y rescindió a Raul Neto en apenas un mes por sus reiteradas lesiones, y abortó 'in extremis' el regreso de Thomas Heurtel por el rechazo de la afición.

El cuadro catalán tampoco podrá contar en la Copa del Rey con su principal referente interior y baluarte defensivo, el pívot Jan Vesely, que arrastra una lesión en la rodilla izquierda desde enero.

Entretanto, la irregularidad ha marcado el devenir del conjunto azulgrana, lastrado por la indolencia defensiva, los problemas para controlar el rebote, la escasez de ideas en el ataque estático y el desacierto en los finales ajustados. Una mezcla que le ha llevado a registrar 22 derrotas y 25 victorias entre todas las competiciones, y a posponer hasta la última jornada la clasificación para la Copa.

Con todo, Peñarroya cuenta con un grupo talentoso que, cuando está conectado en defensa durante los cuarenta minutos, ha demostrado que puede implementar el juego dinámico que pregona su técnico y ganar a cualquiera, lo que convierte al Barça en un rival peligroso en un torneo corto.

Los estadounidenses Kevin Punter (12 puntos), Jabari Parker (10,8) y Chimezie Metu (13,2) son los referentes ofensivos de un equipo que tiene al escolta Darío Brizuela (8,9) como acicate entrando desde el banquillo y que espera poder contar con el alero Justin Anderson, baja en el último partido por una elongación en el aductor del muslo derecho. EFE