Carla Aliño
València, 9 feb (EFE).- El inglés James Keirle ha pasado la mayor parte de su vida en Manchester y desde pequeño ha estado vinculado a la música. Ahora, con 30 años, cumple su gran sueño: poder dirigir una banda de música valenciana, pues, según proclama, en el mundo "no hay equivalente" a lo que en esta tierra representan las bandas.
Hace apenas un mes que este director, compositor, intérprete y docente, con experiencia en gran variedad de géneros y disciplinas musicales, se ha hecho cargo de la banda sinfónica del Centro Instructivo Musical (CIM) del barrio valenciano de Benimaclet.
En una entrevista con EFE, el nuevo director, quien llegó a València en mayo de 2024 junto a su mujer, originaria de Castellón, se muestra encantado y, también, sorprendido por este logro, pues no esperaba que su primera oferta laboral fuera en una banda de esta ciudad, y además, una tan potente como es la de Benimaclet. "He entrado por la puerta grande", asegura.
James Keirle y su mujer se conocieron en Londres pero llevaban siete años pensado en mudarse a la Comunitat Valenciana, para estar más cerca de la familia de ella, pero también porque si uno no vive en el lugar y conoce a gente es muy complicado lograr un puesto en una banda local, señala.
Así, en mayo del año pasado decidieron mudarse a València, él "con la esperanza de ganar una posición en una banda de la terreta". "Había pensado que para la primera banda sería un pueblo pequeño sin miedo a trabajar con un guiri o un valenciano adoptivo, pero hemos entrado por la puerta grande", celebra.
El CIM de Benimaclet abrió en diciembre un proceso para buscar nuevo director, al que se presentaron 37 personas, y en el que Keirle destacó por su altísimo nivel y sus ganas de trabajar y formar parte de este equipo, además de por su perfil innovador, con el que este centro se plantea un reto, según recoge el CIM en su web.
Y es que, en una autonomía con 546 sociedades musicales, el 50 % de las bandas de música de toda España, y 47.000 músicos, es bastante normal encontrar músicos valencianos integrados en bandas, agrupaciones musicales y orquestas de todo el mundo, pero no es habitual que las bandas valencianas escojan directores extranjeros.
Keirle agradece la oportunidad que le han ofrecido. "Siempre es una sorpresa cuando se gana una posición con una banda tan increíble" como esta, señala para reconocer: "Ahora me siento como parte de una familia".
"Tengo un poco la sensación de que he encontrado mi familia en Valencia, espero que poco a poco ellos sientan lo mismo", afirma este director, quien a pesar de no llevar ni un año en esta ciudad, ya se siente "valenciano adoptivo" e incluso está aprendiendo esta lengua, algo que considera "una prioridad".
Es precisamente esa unión que se crea en torno a las sociedades musicales valencianas lo que más llama la atención de este músico inglés: ver a niños y adultos compartir no solo ensayos y conciertos, sino también cenas o almuerzos y tiempo de ocio.
"Hay una comunidad riquísima, desde chavales hasta padres y todo tipo de personas", destaca, y afirma que para él es "muy importante que los adultos y los niños se inspiren mutuamente".
Este músico, que estudió en la Universidad y en el Conservatorio de Manchester, donde se graduó en Música (especialidad de dirección) y en trombón, tuba y piano, ve cierta similitud entre las bandas valencianas y las que existen en el norte de Inglaterra, en cuanto a "su pasión y orgullo" por estas agrupaciones musicales.
"Allí hay bandas de viento y metal asociadas con mineros, con pueblos y con barrios, y cada pueblo y barrio tiene bastante orgullo por su banda, su propio repertorio y compositores", señala, aunque añade que nada es comparable con lo que se vive en la Comunitat Valenciana con sus bandas y agrupaciones.
"La tradición tan poderosa de las bandas" valencianas, asociadas con cada pueblo o con cada barrio, no existe en ningún otro sitio, asegura, y añade que una de las cosas que más le ha sorprendido ha sido el alto nivel que tienen los músicos, desde los más pequeños a los más veteranos.
En este sentido, cree que ese orgullo que sienten los valencianos por sus bandas de música y por su repertorio musical debe exportarse más al extranjero.
Keirle cuenta con experiencia en una gran variedad de géneros y disciplinas musicales, en particular en el mundo de las bandas sinfónicas y 'brass bands'; compone para ensembles de reconocido prestigio y participa como intérprete en numerosos proyectos internacionales de música clásica, afrobeat, jazz y fusión.
Uno de sus objetivos al frente de una banda valenciana será mantener el gran repertorio que tiene esta comunidad, desde los pasodobles a las marchas moras, así como introducir "cosas de fuera, compositores de todas las partes del mundo", pero siempre "guardando y celebrando las tradiciones del pueblo".
Otro de sus planes es crear conexiones entre el norte de Inglaterra y Valencia, pues allí todo el mundo conoce un poco del repertorio valenciano, pero no han llegado, por ejemplo, las marchas moras, y cree "que triunfarían". EFE
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