Barcelona, 5 feb (EFE).- Un estudio internacional en el que participa la Universidad de Barcelona (UB) ha encontrado nuevas evidencias que relacionan las experiencias traumáticas y eventos estresantes con la endometriosis.
Se trata de una enfermedad inflamatoria sistémica crónica caracterizada por la presencia fuera del útero de tejido similar al endometrio, la capa mucosa que reviste internamente el útero.
Es una enfermedad que puede causar dolor a las mujeres, especialmente durante los períodos menstruales, y también problemas de fertilidad.
Según ha informado la UB, los resultados del nuevo estudio, publicados en la revista JAMA Psychiatry, muestran que la endometriosis está estrechamente vinculada al trauma por contacto, es decir, aquellos casos en los que hay una interacción física directa entre la víctima y el agresor, como en maltratos físicos o agresiones sexuales.
Además, los análisis genéticos han revelado que esta relación es independiente de la predisposición genética a desarrollar la enfermedad.
"Aunque los traumas psicológicos ya se habían asociado con la endometriosis, hasta ahora había poca información sobre el papel del tipo de trauma y la predisposición genética", ha señalado la investigadora del Departamento de Genética, Microbiología y Estadística de la Facultad de Biología de la UB y primera autora del estudio, Dora Koller.
La investigación se ha basado en análisis observacionales y genéticos de 8.276 mujeres con endometriosis y 240.117 pacientes de control, inscritas en el UK Biobank, una base de datos biológicas del Reino Unido.
El estudio muestra que las mujeres con endometriosis tenían más probabilidades de haber experimentado eventos traumáticos en comparación con las personas sanas.
Así, las mujeres con endometriosis tenían un 17 % más de probabilidades de haber presenciado una muerte súbita, un 17 % más de probabilidades de haber sufrido agresión sexual en la edad adulta o un 36 % más de probabilidades de haber recibido un diagnóstico que amenazara su vida.
El estudio también ha identificado una correlación genética entre la endometriosis y situaciones de trauma, especialmente con el trastorno de estrés postraumático y el maltrato infantil.
"El trauma infantil, como sentir que un miembro de la familia le odiaba o haber sufrido maltrato físico en el hogar, también se asocia con la endometriosis", ha subrayado la investigadora.
"Nuestras conclusiones refuerzan la idea de que los traumas en la infancia y en la adultez pueden contribuir al desarrollo de la endometriosis a través de mecanismos independientes de la predisposición genética", ha afirmado Koller, que también trabaja en el Departamento de Medicina de la Escuela de Medicina de Yale (EE.UU.). EFE