Santiago de Compostela, 3 feb (EFECOM).- La empresa Cobre San Rafael, principal promotora de un proyecto para reanudar la actividad extractiva en la mina de Touro-O Pino, en la provincia de A Coruña y cercana al Camino Francés de Santiago, ha asegurado este lunes en un comunicado que dispone de 6.000 "alegaciones positivas" a su iniciativa tramitada ante la Xunta de Galicia.
Según los cálculos de dicha empresa, se trata de una "mayoría de vecinos" de la comarca coruñesa que supuestamente respaldan su iniciativa en la zona donde prevé llevar a cabo la actividad, lo que "evidencia el apoyo social e industrial a la reactivación de la mina".
Según dicha empresa, su proyecto, que el pasado viernes culminó el proceso de exposición pública para presentar alegaciones, "aspira a convertirse en un modelo de referencia para una minería sostenible, innovadora y generadora de valor para la comunidad".
Afirma que, además, cuenta con el apoyo de las asociaciones empresariales Aminer o Primigea, la Cámara Minera de Galicia, la patronal metalúrgica gallega Asime, el Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos y Grados en Minas y Energía de Galicia y la asociación de ingenieros Coinme.
El proyecto de Cobre San Rafael prevé, según esa empresa, invertir unos 200 millones de euros y generar "más de 400 empleos directos y hasta 1.600 puestos de trabajo considerando también los indirectos e inducidos" en la explotación de la mina durante 16 años, según el comunicado.
La misma firma, junto con Explotaciones Gallegas -que extrae ahora áridos de la zona- y la multinacional Atalaya Mining, con sede en Chipre, ya presentaron en 2017 un proyecto similar para invertir 200 millones de euros y generar 400 empleos para extraer cobre, pero en enero de 2020 la Xunta lo rechazó alegando informes técnicos medioambientales desfavorables.
Varias entidades ecologistas y asociaciones de vecinos han denunciado que el proyecto actual es idéntico al de hace ocho años y han indicado que hay unas 10.000 alegaciones contrarias a esa iniciativa críticas por los riesgos contra el medio ambiente.
La mina de cobre fue explotada de 1973 a 1989 por la firma Riotinto Patiño y, a partir de entonces, fue abandonada en condiciones precarias sin el tratamiento de materiales contaminantes acumulados, lo que ha llevado a varias asociaciones a denunciar filtraciones que afectan a ríos y un potencial peligro para actividades agropecuarias y de pesca susceptibles de perjudicar la economía local. EFECOM