París, 31 ene (EFECOM).- La comisión mixta de diputados y senadores franceses reunida para elaborar un proyecto de Presupuestos para 2025 llegó este viernes a un acuerdo, que ahora está pendiente de que sea admitido por socialistas y por la ultraderecha para lograr la mayoría parlamentaria necesaria.
Ambos partidos, que tienen la llave para la gobernabilidad del país, han mostrado sus reticencias sobre el texto, que ha salido adelante gracias al apoyo del centro 'macronista' y la derecha tradicional, que tienen mayoría en la suma de ambas cámaras.
Pero será necesaria una mayoría en la Asamblea Nacional, donde necesitan el apoyo de los socialistas o de la extrema derecha, ya que el resto de los partidos de izquierda ya ha mostrado su oposición al texto y amenazan con una moción de censura.
El texto será sometido al voto parlamentario el lunes.
En caso de que considere que no tiene mayoría, el primer ministro, el centrista François Bayrou, puede adoptarlo sin voto parlamentario, lo que le expone a una moción de censura apenas dos meses después de su nombramiento, una suerte similar a la que corrió su antecesor, el conservador Michel Barnier.
Aunque ni socialistas ni la extrema derecha han votado a favor del texto en la comisión mixta paritaria, ninguno de los dos partidos ha declarado sus intenciones de cara a la continuidad del Ejecutivo.
El portavoz socialista en la Asamblea Nacional, Boris Vallaud, ha destacado que han conseguido algunas concesiones, como mantener la ayuda médica a los inmigrantes que la ultraderecha exigía restringir, restablecer 4.000 puestos de docentes y otras medidas "de protección de los más modestos".
Aunque aseguró que el texto adoptado no les satisface, precisó que la decisión definitiva sobre su voto la tomarán el mismo lunes, cuando se reúnan sus 66 diputados
Más crítica se mostró la extrema derecha, cuyo portavoz económico, Jean-Philippe Tanguy, dijo que no han logrado "ninguna concesión" y que serán los líderes del partido, Marine Le Pen y Jordan Bardella, "quienes decidan los pasos siguientes el lunes", porque reconoció que sí se han "respetado sus líneas rojas".
Al frente de un grupo de 140 diputados, su posición es clave si los socialistas rechazan el presupuesto.
Las diferentes declaraciones auguran un fin de semana de negociaciones y contactos entre los diferentes partidos de cara al día clave que se prevé el próximo lunes.
En caso de que se presente una moción de censura, sería debatida y sometida a voto el miércoles.
Desde el bloque central y conservador mostraron su satisfacción con el texto acordado que, aseguraron, contiene las exigencias de casi todos los partidos y preserva la trayectoria presupuestaria comprometida con Bruselas, con un déficit del 5,4 %, frente a más del 6 % de 2024.
La izquierda reiteró su oposición frontal y el portavoz económico de La Francia Insumisa, Eric Coquerel, consideró que el presupuesto "es peor" que el que presentó Barnier, defenestrado en diciembre pasado por una moción de censura apoyada por toda la izquierda y la extrema derecha. EFECOM