Carlos González de Rivera
Mérida, 30 ene (EFE).- La ciudad de Augusta Emerita contó con un primer anfiteatro de piedra y madera, un siglo antes de la construcción del monumental que ha llegado hasta nuestros días, que fue levantado con técnicas militares por los legionarios licenciados que fundaron la colonia romana.
Este es el resultado de un trabajo de investigación de muchos años llevado a cabo por la directora del Museo Nacional de Arte Romano (MNAR) de Mérida, Trinidad Nogales, en el que también han participado otros colegas e instituciones.
El primer anfiteatro, de los años 8/7 a. de C., era de madera con una cimentación de piedra y más sencillo y más pequeño que el que ahora se visita, que data de finales de siglo I de nuestra era, según explica Nogales a EFE.
A su juicio, es "difícil" saber cuántos espectadores pudo albergar aquel anfiteatro, ya que no se sabe cómo los romanos remataban los edificios, al ser la parte que peor se ha conservado.
No obstante, ha estimado que si el anfiteatro actual tenía una capacidad para entre 12.000 y 14.000 espectadores, el de piedra y madera podría estar en las 2.000.
La investigación, basada en fuentes documentales, arqueológicas y en epigrafía, se inició en los años 90 con el análisis de las pinturas del anfiteatro monumental y entonces ya se plantearon de forma "prudente", aclara, que este podrían corresponder a "una segunda fase" del edificio.
Nogales se sumerge definitivamente en el estudio de estos edificios cuando comienza a dirigir en 2018 un proyecto sobre el anfiteatro de la ciudad romana de Ammaia (Portugal), que fue descubierto precisamente por un equipo del MNAR y de la Universidad de Lisboa (Portugal).
La arqueóloga se pregunta "cómo sería aquel primitivo anfiteatro" y para responder acude a fuentes documentales sobre lo que ocurría en el resto del imperio en esa época.
En ese siglo I a. de C. los teatros eran los edificios "estrella" y hasta el año 70 ya de nuestra era no empieza a construirse el coliseo de Roma, lo que da pie a la proliferación de estos recintos para grandes espectáculos de masas.
Las normas legales de la época de Augusto determinaban que los colonos que fundaban las ciudades debían ser los encargados de construir las primeras obras públicas a cambio de las tierras que recibían.
Por lo tanto, en el caso de Mérida -fundada en el 24/23 a. de C, según los últimos estudios-, su primer anfiteatro se construye siguiendo las técnicas militares, ya que sus colonos son legionarios que saben levantar de forma ágil estructuras prácticas de madera, como puentes o empalizadas.
Además, deben usar la madera porque en ese época ya no cuentan con el patronazgo del Marco Agripa, el yerno del emperador Agusto, que había fallecido unos años antes y que había impulsado la construcción del teatro de Mérida como un edificio "singular", explica Nogales.
Gracias a este trabajo se ha resuelto además el problema urbanístico que han discutido los investigadores hasta la saciedad: ¿por qué el anfiteatro monumental invade una parte de la muralla de la época fundacional de la colonia?.
A su juicio, no tenía sentido porque impediría a la gente salir de un recinto de gran capacidad y porque los ingenieros y los arquitectos romanos "no cometían errores de cálculo de esta envergadura".
La razón es que el anfiteatro que se levanta en la época Flavia usa la cimentación del anterior y al ampliar la cavea para contar con un mayor graderío debe ajustarse al espacio existente y se topa con la muralla.
De ahí que la planta de la edificación no sea simétrica y la fachada que da a la casa del Mitreo sea distinta de la que da al teatro, advierte.
Según Nogales, la influencia del anfiteatro monumental de Mérida, capital de la Lusitania, se puede ver en otros más pequeños de esta provincia romana.
La recreación de los dos anfiteatros en 3D que ha hecho junto al dibujante barcelonés Josep R. Casal se presenta esta tarde en Mérida y en marzo en Alcalá de Henares (Madrid), en coincidencia con una magna exposición sobre gladiadores que recibirá piezas de Roma, Nápoles y toda la Península Ibérica y de la que es comisaria. EFE
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