Vitoria, 28 ene (EFECOM).- La empresa Guardian Glass de Llodio (Álava) ha confirmado en la reunión mantenida con el Gobierno Vasco que hará un apagado controlado del horno que no hipoteque su futuro funcionamiento en caso de que lleguen nuevos inversores para esta planta, en la que la multinacional insiste en que no invertirá.
Así lo ha comunicado el consejero vasco de Industria, Transición Energética y Sostenibilidad del Gobierno Vasco, Mikel Jauregi, quien ha participado en una reunión con la dirección de la compañía para conocer los detalles de la situación de esta fábrica, que cuenta con una plantilla de 171 trabajadores, y cuyo cierre está previsto en seis meses.
Los máximos responsables de la empresa Guardian Llodio, le han asegurado que harán "un apagado controlado del horno", "atendiendo a la propuesta del Gobierno Vasco", lo que garantizará la integridad y seguridad del mismo, ya que su estado es "crítico" debido a que una parte del refractario de la pared posterior del horno se cayó y la mayoría de los bloques del lado derecho están significativamente agrietados.
Según el consejero de Industria, el enfriamiento se hará de forma controlada, con "las más estrictas medidas de seguridad y protocolos de prevención", de forma que "no se va a hipotecar el futuro" de esta instalación, lo que "facilitará la entrada de nuevos inversores y proyectos industriales que traigan nueva actividad a esta planta".
De no haberlo hecho de este modo, el horno, herramienta fundamental para la fabricación de vidrio en esta fábrica, sería "irrecuperable", ha explicado Jauregi.
Además, el consejero ha anunciado que "para certificar que el proceso se realiza con todas las garantías", el Gobierno Vasco enviará mañana miércoles a un equipo de técnicos con representación de Osalan, Industria y Medio Ambiente para verificar el estado real del horno, estudiar el plan de enfriamiento controlado y hacer un seguimiento de la operación.
De cara a la huelga convocada por el comité de empresa a partir del jueves día 30, el consejero ha pedido que se cumplan los servicios mínimos acordados por la plantilla.
"Es imprescindible que los trabajadores de la planta ayuden y colaboren en este proceso de enfriamiento controlado y paulatino. Es la manera de dar una oportunidad a futuras inversiones", ha recalcado.
Ha añadido que la compañía ha aceptado que sea el Gobierno Vasco quien lidere la interlocución con dichos inversores.
No obstante, Guardian ha comunicado que mantiene su decisión definitiva de cerrar la planta de manera urgente y de no invertir en su continuidad, por esa avería grave en la pared de carga del horno y porque no ve un plan de viabilidad a futuro.
Este mismo martes el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) ha desestimado la petición de suspender cautelarmente el apagado del horno como pedía el sindicato ELA, al argumentar que carece de pruebas "para aceptar algo tan decisivo como es la irreversibilidad del apagado del horno".
El comité de empresa de Guardia Glass y la plataforma popular SOS Aiaraldea se concentrarán mañana a partir de las 7:00 frente a la portería de la empresa para expresar su rechazo al apagado del horno y al cierre de la compañía. EFECOM