Redacción deportes, 26 ene (EFE).- El seleccionador español de balonmano, Jordi Ribera, aseguró que las tres derrotas encajadas por el equipo español en la segunda del Mundial de Croacia, Dinamarca y Noruega deben ser "un punto de inflexión" y servir como un impulso "para que el equipo mejore".
"Nos vamos tristes porque este no era el objetivo. De las tres últimas derrotas, la de Noruega quizá fue la que más nos dolió, por el momento y porque nos podía haber dado un colchón para llegar hasta el último partido con opciones, pero las derrotas hay que entenderlas siempre como puntos de inflexión, impulsos para que el equipo mejore", señaló Ribera en declaraciones difundidas por la Federación Española.
No obstante, el preparador aseguró que el equipo también se va del Mundial con "experiencias positivas", pero que no han servido para compensar las "lagunas" propias de un conjunto, como el español, inmerso en pleno período de reconstrucción.
"Evidentemente también hemos tenido experiencias positivas. El equipo ha tenido momentos de juego brillantes, pero como es normal en un equipo en construcción ha tenido sus lagunas y esas lagunas en esta competición y en un grupo como el que nos ha tocado se pagan caro", indicó Ribera.
Problemas que el seleccionador español se mostró convencido de que solventarán en un futuro no muy lejano, dada la calidad que atesora el equipo, aunque como recalcó "ahora toca remar para volver a estar arriba".
"Ahora hay que tener paciencia con los chicos, porque evidentemente con trabajo, con experiencia y con el nivel que hay en el futuro se volverá a luchar por los puestos de arriba, pero ahora toca remar y toca trabajar", concluyó Ribera.EFE