Olot (Girona), 24 ene (EFE).- La juez ha decretado prisión provisional, comunicada y sin fianza, como había pedido la Fiscalía, para el joven de 22 años de Sant Joan Les Fonts (Girona) Samuel A., que el pasado miércoles presuntamente mató a cuchilladas a la madre de su padrastro, de 94 años, y agredió a una conductora.
Según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, la causa está abierta por tres delitos, uno de asesinato, otro de homicidio en grado de tentativa y un tercero de daños y el auto dicta el ingreso en la unidad psiquiátrica de un centro penitenciario.
El joven, detenido tras el crimen y la agresión, según las principales hipótesis en pleno brote psicótico, fue trasladado al Hospital de Olot para que le curaran las heridas y valorar su estado mental por si necesitaba un ingreso psiquiátrico.
Tras la exploración, los psiquiatras de ese centro y los forenses concluyeron que el arrestado estaba capacitado para declarar ante la juez y, este viernes, ha pasado a disposición del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 2 de Olot.
Las analíticas que le realizaron no hallaron rastro de sustancias estupefacientes, aunque su abogada ha solicitado que se le tomen muestras de cabello para ratificarlo.
La madre del joven, Karen, que había regentado un bar en Sant Joan les Fonts, hacía al menos una década que tenía una relación con el taxista del pueblo, un hombre muy conocido en la comarca.
Los dos hijos de una anterior pareja de la mujer, Samuel A. de 22 años y su hermano, todavía menor, ya no vivían con ellos, pero iban a veces a visitarlos.
La noche del martes, Samuel A. fue instado por la madre a quedarse a dormir en el domicilio familiar después de que hubiese mostrado algún comportamiento extraño y agresivo.
Por la mañana, cuando se quedó sólo con la anciana, cogió un cuchillo de la cocina y le asestó varias puñaladas en el cuello, a parte de varios golpes en la cabeza.
Además, lanzó desde la ventana diversos objetos como cuchillos, platos y vasos y, posteriormente, salió desnudo y descalzo a la calle con un cuchillo de hoja cuadrada, un diseño conocido como hachuela de carnicero.
El joven se encontró con una conductora a la que atacó, rompió el cristal del vehículo y le dijo que la iba a matar también mientras le apretaba la cara e intentaba meter un dedo en el ojo.
La mujer, muy asustada, aceleró y arrastró al ahora detenido unos metros hasta que se soltó y ella se dirigió al centro de salud donde le curaron las heridas, incluidos puntos de sutura en el labio, a la vez que contactaba con emergencias para alertar de lo sucedido.
Esa llamada y otra de vecinos que presenciaron el ataque a la conductora en la vía pública dieron pie a que se descubriese el crimen, ya que los agentes encontraron al sospechoso, lo detuvieron y entraron en el domicilio del que había salido.
Allí encontraron muerta en el suelo del pasillo a Soledad Sarbosa y los sanitarios del Sistema de Emergencias Médicas (SEM) no pudieron hacer nada para salvarle la vida.
También se encontró sangre del joven, así como sillas y objetos rotos en las calles próximas a la vivienda y los testigos relataron que había proferido gritos mientras balbuceaba frases inconexas.
El procesado, que no ha declarado, ingresará ahora en la unidad psiquiátrica de un centro penitenciario mientras se ha dictado que se active el protocolo antisuicidio. EFE
Cgi/dar/jlp