Vitoria, 13 ene (EFECOM).- El lehendakari, Imanol Pradales, ha defendido este lunes la necesidad de que Euskadi cuente con "entornos de estabilidad" que permitan atraer nuevas inversiones y ha subrayado que para ello es determinante contar con "relaciones laborales" que "primen la construcción por encima de la destrucción".
El lehendakari ha hecho esta reflexión tras su visita a la planta de Michelin en Vitoria. Tras la misma ha comparecido en rueda de prensa con el responsable de la fábrica, David Udakiola, quien ha advertido de que "el futuro de las plantas de Michelin en Euskadi pasa por un diálogo social honesto y constructivo".
El lehendakari ha apostado por "aprovechar el renacer industrial europeo" para que Euskadi sea "protagonista" del mismo en ámbitos como la movilidad y la automoción, en los que ha subrayado que el País Vasco es referente, y que se enfrentan al reto de la transición energética y de la descarbonización.
"Una transición que debe ser ordenada, equilibrad y justa, sin vuelta atrás. Que no nos reste competitividad ni haga que desaparezcan miles de empleos que tanto nos ha costado crear", ha defendido.
Esta estrategia debe impulsar y garantizar la competitividad de empresas como Michelín y situar a Euskadi "como punta de lanza del sur de Europa". Pradales ha asumido que a las instituciones vascas les corresponde crear las mejores condiciones para apoyar al tejido empresarial.
Para ello, ha destacado la importancia de crear "entornos de estabilidad" para seguir atrayendo nuevas inversiones a Euskadi y para que crezcan las actuales, lo que se traduce en tener "unas relaciones laborales basadas en el diálogo, la negociación y el acuerdo" con una cultura socio laboral "que prime la construcción por encima de la destrucción".
En la misma línea, el director de la fábrica ha dejado claro que "la paz social es y seguirá siendo un pilar fundamental para afrontar los retos" de la empresa y ha advertido de que "el futuro de las plantas de Michelin en Euskadi pasa por un diálogo social honesto y constructivo".
La planta está inmersa en el plan acordado en diciembre de 2023 entre comité y la dirección para dar salida a 150 excedentes de la plantilla a través de bajas incentivadas y de contratos relevo. El plan no tuvo el apoyo sindical unánime, ya que fue ratificado por CCOO, UGT y CSIF, pero contó con el rechazo de ELA, LAB, ESK y CGT.
En el área laboral, Udakiola también ha hecho hincapié en que el absentismo laboral es un problema que "compromete" la competitividad "como empresa y como país". "Daña nuestra imagen y pone en riesgo la confianza del grupo Michelin en nuestras plantas. Requiere del esfuerzo conjunto de todos y debemos abordarlo desde un compromiso colectivo", ha reclamado.
El responsable de la factoría ha destacado que es un "referente en innovación y tecnología", pero ha dejado claro que no es ajena al contexto mundial que en la automoción está marcado por la pérdida de competitividad frente al mercado asiático.
"Lidiamos con una sobrerregulación que complica la actividad y hay un contexto de sobrecapacidad de producción en Europa que puede traer como consecuencia producciones a la baja y pérdidas de empleo", ha apuntado Udakiola, quien ha subrayado que para afrontar este desafío además de la citada "paz social" la planta se centra en la innovación y en la sostenibilidad, para alcanzarla al 100 % en 2050.
La planta de Vitoria, la más grande de la multinacional francesa en España, tiene 3.400 operarios. Se salvó de los cierres anunciados en noviembre pasado por Michelin, que en 2026 finalizará la actividad de dos de sus plantas de producción en Francia donde trabajan 1.254 empleados, la de Cholet y la de Vannes, por la competencia asiática en el mercado de ruedas para el mercado de furgonetas y camiones.
Un pequeña parte de la producción de Vannes se llevará a Vitoria, lo que aportará algo más de carga de trabajo que, en principio, no se traducirá en más contrataciones, ya que la planta se encuentra en un nivel bajo de producción con respecto a sus capacidades, según la empresa. EFECOM
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