Mérida, 10 ene (EFE).- Los militantes extremeños acuden este sábado a las urnas de las primarias a su Secretaría General, cargo al que optan su líder, Miguel Ángel Gallardo, y la exconsejera de Educación Esther Gutiérrez, dos perfiles muy alejados entre sí, con reproches mutuos y la carga provincial entre Badajoz y Cáceres como trasfondo.
Del voto de los 9.324 socialistas de Extremadura citados para la jornada electoral interna depende si Gallardo sigue al frente de la Secretaría General, cargo que ocupa desde marzo de 2024 cuando Guillermo Fernández Vara dejó la política por motivos de salud, o se produce un nuevo cambio con Gutiérrez como máxima responsable.
En estos días previos a la jornada de votación se han producido dos hechos o situaciones que podrían influir en el voto de los militantes.
El último tuvo lugar este jueves en los Juzgados de Badajoz, pues Gallardo declaró como investigado en la causa abierta por la contratación de David Sánchez, hermano del presidente del Gobierno, como jefe de la Oficina de Artes Escénicas de la Diputación Provincial.
Hace una semana, el único debate abierto organizado por el PSOE entre Gallardo y Gutiérrez tensionó el clima entre ambos candidatos.
Gutiérrez acusó a Gallardo de 'inocular el miedo' en el partido desde su llegada al cargo, mientras que éste consideró que ella ha dado el paso tras quedar fuera de la Comisión Ejecutiva Federal.
"Vengo a recuperar la libertad interna y eliminar el miedo", dijo la candidata, que criticó que Gallardo apele a la unidad, pero luego se reúna con otros compañeros del partido "en una mesa camilla" para ver "como se puede parar a Esther Gutiérrez".
Ademas, aseguró que el PSOE se ha convertido en un partido en el que no se puede 'discrepar', acusación que rechazó Gallardo, que defendió su trabajo para acercar el partido a los militantes y la sociedad desde que accedió al cargo hace nueve meses.
Gallardo recriminó a Gutiérrez que cuando tuvo la oportunidad de seguir como diputada en la Asamblea de Extremadura optó "por la comodidad" del cargo en la diputación cacereña, un extremo que está negó, ya que, según dijo, fue una decisión que adoptó de acuerdo con el entonces secretario regional y el provincial.
Además, Gallardo defendió el trabajo de los diputados socialistas en la Asamblea, con una oposición 'firme' y 'contundente', por encima del interés del PSOE nacional, y le ha reprochado que lo vea 'todo tan negro'.
EFE
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