El Athletic acusa en el arranque de 2025 el parón, las rotaciones y, sobre todo, las bajas

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Ramón Orosa

Bilbao, 9 ene (EFE).- El Athletic Club, clasificado a penaltis ante un Segunda RFEF en la Copa y eliminado con claridad en la Supercopa por el Barcelona, ha acusado en este arranque de 2025 el parón navideño, las rotaciones que hizo Ernesto Valverde en Logroño y las numerosas e importantes bajas que sufría en Arabia Saudí.

Consecuencia de todo ello, el conjunto rojiblanco está distando mucho de ser el equipo compacto, competitivo y en ocasiones brillante del tramo final de 2024, cuando encadenó 14 partidos sin perder con diez victorias que le auparon a puestos de Champions en LaLiga y al coliderato en la Europa League.

Pero toda esa solidez se le ha ido en un inicio del nuevo año en el que se mostró en Las Gaunas sin la chispa necesaria para solventar como pedía un choque que tuvo controlado en casi todo momento aún sin ser capaz de desnivelarlo frente a un rival que hizo un gran partido, sí, pero tres categorías inferior.

Ante la UD Logroñés al Athletic ya se le vio con las piernas cansadas y falto de la fluidez y el dinamismo previo a las fechas navideñas. Un fútbol que estaba llamando la atención y cuyos resultados animaban a más de uno a ver al conjunto vasco serio candidato en todas las competiciones en las que se veía inmerso.

Así lo era en la Liga Europa, donde encabeza la tabla junto a la Lazio de Roma, y en la Liga, en la que se encuentra, a la espera de retomar la competición con el nuevo año, a similar distancia del liderato -siete puntos- que del quinto clasificado -seis-.

Pero ahora han cambiado las tornas, y en la Copa, en su primera comparecencia para defender el título logrado en 2024, a punto estuvo de embarrancar en un choque en el que ya se notaron las bajas de Oihan Sancet e Iñigo Ruiz de Galarreta, los dos generadores de fútbol de los de Valverde, que no tienen mucho relevo en la plantilla rojiblanca.

Además, ante lo apretado del calendario que se le venía encima, el técnico dio descanso a los hermanos Williams, santo y seña de este brillante Athletic de los últimos tiempos. Sin ese cuarteto, el equipo bilbaíno baja mucho en ataque y lo notó sobremanera en Logroño.

Y también cuatro días después en Yeda, a donde no llegaron en condiciones ni Sancet ni Galarreta ni tampoco Nico Williams, que comenzó en el banquillo tocado por una contusión.

En ambos partidos jugó en la media punta Unai Gómez, jugador al que Valverde tiene en estima por su implicación y entrega, pero al que, de momento, le falta la finura de Sancet y la capacidad de hacer daño en el área rival de Alex Berenguer. Berenguer había sustituido con éxito en alguna ocasión a Sancet, pero tuvo que jugar en banda en Copa y en la Supercopa por las bajas y/o las rotaciones.

Tampoco el relevo de Galarreta estuvo a la altura ni en La Rioja ni en Arabia Saudí de lo que suele ofrecer el de Eibar, que dirige al equipo con mucha calidad cuando tiene el balón y lo aguanta como pocos cuando lo tiene el rival.

En Logroño jugaron en el doble pivote Mikel Vesga y Ander Herrera, este año con rol de cuarto y quinto medio centro, y en Yeda ni Mikel Jauregizar ni Beñat Prados, pareja de la que suele salir el acompañante de Galarreta en el equipo titular, estuvieron a su nivel habitual.

Especialmente Prados, un ciclón de área a área en sus mejores momentos que ha comenzado 2025 sin la frescura y el poderío que le abrió un puesto en el once de gala.

Si a esas ausencias en la zona de generación del juego se les suma la baja de Nico Williams, el jugador más desequilibrante del equipo, y cierto bajón de su hermano Iñaki, muy espeso e impreciso ante el Barcelona en las oportunidades de las que dispuso, salvo en la que marcó pero en un ajustado fuera de juego, el Athletic pierde mucho potencial.

Como también le ocurrió en el lateral derecho, donde parece que Valverde está buscando un sucesor ya inmediato para el capitán Oscar de Marcos. Andoni Gorosabel también fue baja de última hora e Iñigo Lekue acusó la inactividad de los últimos meses ante la pujanza de Gorosabel y también del joven Adama Boiro. Lo que le deja como tercera opción para los dos laterales.

En definitiva, que el Athletic no es el mismo en este inicio de 2025 que el exitoso de 2024 y bien hará en recuperarse rápido tras su primera derrota en 16 partidos.

Porque, aunque le da ahora un respiro de ocho días consecuencia de su eliminación en la Supercopa, el calendario le volverá a apretar a partir de la próxima semana. Y a exigirle el nivel anterior para mantenerse en LaLiga en puestos de Champions y en Europa League en el Top 8 que tanto facilita el camino en las eliminatorias hacia la final que se jugará el 21 de mayo precisamente en San Mamés.

Aunque el primer compromiso que les espera a los 'leones' es el de Copa del Rey, la competición en la que defiende título. Será el choque de octavos ante Osasuna, el jueves 16 (19.30 horas), que se jugará también en 'La Catedral'. EFE

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