Río de Janeiro, 7 ene (EFECOM).- Brasil, que promete convertirse en uno de los cinco mayores abastecedores mundiales de petróleo en 2030 con exportaciones por 2,5 millones de barriles diarios, tiene que tomar urgentemente la decisión estratégica de si mantiene su apuesta por los combustibles fósiles, asegura la multinacional Shell.
"Una de las decisiones en política energética más importante que este Gobierno tiene que tomar es si quiere abrir nuevas fronteras (petroleras) y otorgar nuevas licencias, y si quiere mantener una industria competitiva de petróleo", afirmó este martes el presidente de Shell en Brasil, Cristiano Pinto da Costa, en rueda de prensa.
El ejecutivo afirmó que las multinacionales que operan en Brasil están preocupados ante la posibilidad de que el Gobierno no retome su agenda anual de subastas de concesiones petroleras y no tenga claridad en la concesión de licencias ambientales ni en la apertura de nuevas fronteras.
El Gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva viene siendo presionado para que acelere sus proyectos de transición energética con una menor producción de hidrocarburos y para que prohíba la exploración en nuevas fronteras vulnerables, como la ubicada cerca de la desembocadura del río Amazonas.
Costa dijo que Shell ha participado en todas las subastas de concesiones en Brasil y ya tiene un equipo analizando la prevista para este año, pero que no sabe si la Agencia Nacional de Petróleo (ANP, regulador) mantendrá los concursos en los próximos años.
Afirmó que la subasta de este año es muy importante para renovar las reservas debido a que la perforaciones en Brasil cayeron desde 100 nuevos pozos en 2010 hasta solo seis el año pasado.
En su opinión, en una industria con ciclos largos de producción, la producción seguirá declinando sin nuevas concesiones.
Según Costa, Brasil, cuya producción tope está prevista inicialmente para 2030 antes de que comience a declinar, corre el riesgo de dejar de beneficiarse con una industria que atrajo inversiones y empleos en las últimas décadas si no ofrece continuidad en las subastas, previsibilidad y estabilidad.
"El mundo seguirá demandando petróleo y gas, y alguien tiene que suministrarlo. Brasil sigue siendo una fuente segura, confiable y competitiva y produce un petróleo con una huella de carbono inferior a la del promedio mundial. Por eso es que lo ideal es que Brasil se mantenga como abastecedor", dijo.
Shell es la segunda mayor productora de petróleo de Brasil, con un promedio de 450.000 barriles de crudo diarios el año pasado, y anunció este martes planes para el desarrollo de un nuevo campo y una perforación con la intención de seguir creciendo en el país.
En septiembre, la producción de Shell en el país alcanzó un récord de 523.000 barriles diarios, que confirman a Brasil dentro de los cinco países en que la multinacional más produce. EFECOM